Este lunes se cumplen dos años del suceso que causó graves daños en el país, el pueblo recuerda con aflicción a las víctimas y las pérdidas que dejó aquella intensa lluvia, que se mantuvo estática durante cuatro horas en el Gran Santo Domingo, el 4 de noviembre de 2022.
Desde tempranas horas de la mañana, el Instituto Dominicano de Meteorología (antiguamente Onamet) había pronosticado lluvias para algunas localidades del Distrito Nacional y Santo Domingo, debido a la combinación de una vaguada y una onda tropical.
Alrededor de las 5:30 de la tarde, el cielo se nubló y empezó a caer una lluvia intensa que inundó gran parte de la capital dominicana, la cual generó 70 milímetros de lluvias en tres horas.
En el cielo se acumularon las nubes y el viento aumentó de intensidad, en cuestión de minutos, las lluvias se convirtieron en un diluvio. Las calles se fueron inundando, dejando atrapadas a muchas personas que salían de sus trabajos y diligencias.
Las lluvias de ese viernes dejaron nueve víctimas mortales, cinco por asfixia por inmersión, dos por aplastamiento por colapso de pared y otros dos por electrocución.
Las muertes ocurrieron en la cañada La Puya de Arroyo Hondo, sector Villa Claudia en Ciudad Real; Villa Francisca, La Zurza, Bellas Colinas de Manoguayabo, sector Las 800 en Los Ríos y alrededores del río Ozama.
Los muertos fueron identificados como: José Antonio Batista Polanco, mejor conocido como Jochy, quien se desmontó de su vehículo para llegar a pie a su casa donde se encontraba su hija de 12 años sola, cuando fue arrastrado por la crecida de una cañada.
También Robert Maldonado Rosario, de 15 años; Roberto Quevedo Santana, de 50 años; Teófilo Antonio Cruz Peña, de 63 años; Yilmes Céspedes, de 20 años; Alberto Javier Pimentel, de 47 años; Edwin Alexánder Cedano, de 20 y Luisinky Mojica.