La búsqueda de justicia por el asesinato de Tupac Shakur, ocurrido hace casi 30 años, ha tomado un nuevo rumbo. Su familia ha decidido contratar al prestigioso abogado neoyorquino Alex Spiro para investigar si Sean John Combs, más conocido como P. Diddy, podría estar involucrado en el crimen.
Esta noticia surge en un contexto complicado para Combs, quien actualmente se encuentra en prisión, enfrentando serias acusaciones de tráfico sexual, conspiración y transporte con fines de prostitución, según reporta Rolling Stone.
Spiro, reconocido por su trabajo en casos de alto perfil y con una clientela que incluye a Elon Musk y Jay-Z, ahora se encargará de explorar posibles vínculos entre el magnate musical y uno de los asesinatos más notorios de Las Vegas.
El tiroteo que acabó con la vida de Tupac ocurrió el 7 de septiembre de 1996, cuando el rapero fue atacado mientras viajaba en un automóvil BMW negro. Un Cadillac blanco se detuvo junto a ellos y abrió fuego, causando heridas fatales que resultaron en su muerte seis días después.
A lo largo de los años, Diddy ha sido objeto de especulaciones sobre su posible implicación en el asesinato de Tupac, aunque nunca se ha encontrado evidencia directa en su contra. Un portavoz del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas (LVMPD) reafirmó que Combs "nunca ha sido considerado sospechoso". P. Diddy ha negado enérgicamente cualquier participación, descalificando las acusaciones como "tonterías".
Sin embargo, la figura de Duane 'Keffe D' Davis, presunto autor intelectual del tiroteo, ha revivido estas teorías. Davis afirmó en 2009 que Combs ofreció un millón de dólares para acabar con la vida de Tupac, aunque sus abogados argumentan que estos comentarios son solo "entretenimiento".
La rivalidad entre las costas Este y Oeste del rap, que culminó en la muerte de Tupac y de su amigo Christopher Wallace, conocido como 'The Notorious B.I.G.', continúa alimentando especulaciones y acusaciones. Con Combs en prisión y otros raperos como Eminem y 50 Cent señalándolo, la investigación de Spiro podría ofrecer nuevos insights sobre este caso que ha fascinado al público durante décadas.