La Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos ha alertado de la posibilidad de que se produzcan en el país actos “contra la seguridad pública” con motivo del primer aniversario de los ataques del 7 de octubre de 2023.
Pidió a la población que preste atención “a su entorno en todo momento y reportar actividades sospechosas a las autoridades”.
"Es probable que organizaciones terroristas extranjeras y otros extremistas violentos sigan explotando las narrativas relacionadas con el conflicto para incitar a atacantes solitarios a llevar a cabo actos de violencia en Estados Unidos (…). El primer aniversario de los ataques del 7 de octubre podría motivar a actores amenazantes de todas las ideologías, incluidos los que propugnan el antisemitismo violento y la islamofobia, a participar en actos de violencia", ha advertido el FBI en un comunicado emitido junto al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Tanto el FBI como el DHS consideran que esta efeméride puede ser un aliciente «para que los extremistas violentos y los perpetradores de delitos de odio participen en actos de violencia o amenacen la seguridad pública», sobre todo en vista del aumento de los delitos de odio «vinculados con el conflicto» observados en EEUU en el último año.
Así las cosas, han evidenciado su especial preocupación ante eventuales «ataques y otras actividades de alto perfil» en espacios comunitarios, reuniones públicas o instituciones religiosas –como sinagogas, mezquitas o centros islámicos–, que han señalado como «objetos atractivos para ataques violentos o para amenazas falsas por parte de una variedad de actores amenazantes».
En este contexto, desde Washington han señalado además que las personas inspiradas por «los mensajes en línea asociados a organizaciones terroristas extranjeras y otros extremistas violentos» podrían actuar en solitario, perpetrando ataques «con poca o ninguna advertencia», por lo que ha instado a la población a ser cautelosa y alertar a las autoridades ante cualquier sospecha.
Este 7 de octubre se cumple un año de la ofensiva militar lanzada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra la Franja de Gaza, donde han muerto ya más de 41.800 personas, como respuesta a los atentados perpetrados por milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que se saldaron con unos 1.200 fallecidos y unos 240 rehenes.