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Santo Domingo.- El dominicano Fernando Mateo, quien lanzó su candidatura por la alcaldía de Nueva York, en Estados Unidos, reconoció este martes que no le gusta la política, pero entiende que esa ciudad necesita de un cambio drástico para mejorar la forma de vida de sus ciudadanos.
Indicó que ante los problemas que presenta la "Gran Manzana" decidió buscar el cargo y que al llegar al puesto podrá cambiar el destino de la ciudad. Además criticó que la mayoría de los aspirantes a alcalde, siendo personas con ideologías políticas, han guardado silencio frente a la actual administración de la ciudad y que no tienen su experiencia de cambiar situaciones difíciles en acciones positivas.
Entrevistado el programa Rumbo de la Mañana, del Grupo RCC Media, Mateo precisó que ha vivido prácticamente toda su vida en Nueva York, ciudad con 2.5 millones de inmigrantes hispanos, y que esa población lo ha impulsado por la carrera a la alcaldía.
"Esta ciudad necesita de alguien que pueda representar a los hispanos, de su mismo origen, una persona que sabe lo que necesita en inmigrante y que se identifique con el inmigrante", agregó Mateo.
Dijo que su candidatura mancha muy bien, que se ha sorprendido del respaldo recibido, y que cuenta el apoyo de la comunidad dominicana y los hispanos.
"Yo estoy corriendo como un republicado urbano, el motivo por lo cual soy urbano es porque vengo de urbanizaciones latinas, afroamericanas y todo el trabajo que venga haciendo desde el 1989″, argumentó.
La juventud neoyorquina la ve sin oportunidades, y por esa razón Mateo quiere desde la alcaldía brindarles oportunidades a ese segmento poblacional para que hagan cosas positivas.
Sobre Fernando Mateo
Fernando Mateo, nació en Santo Domingo en 1958, y es un trabajador comunitario que ganó mucho prestigio y reconocimiento en la década de los 90 en Nueva York, cuando desarrolló el programa social “Armas por Juguetes” que ayudó al desarme de cientos de miles de personas que entregaban voluntariamente sus armas a cambio de juguetes, especialmente los jóvenes de grupos y pandillas.
También se ha desarrollado como directivo y vocero de las asociaciones de taxistas y de los bodegueros de Nueva York y ha sido una persona siempre vinculada a defender las causas sociales de la comunidad latina, especialmente de los dominicanos.
Igualmente, realizó un programa en las cárceles de Nueva York, donde enseñaba algún oficio a los presidiarios jóvenes no violentos y al salir de prisión le gestionaba un trabajo.
En él área empresarial ha desarrollado negocios de alfombras, construcción, remesas, restaurantes, entre otros, manteniendo siempre sus vínculos con las comunidades latinas y especialmente la dominicana.