Santo Domingo.- La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), pidió de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el intervenir militarmente a Haití, con las fuerzas de paz de la organización, los denominados cascos azules, con el objetico de garantizar la gobernabilidad en suelo haitiano, por la conmoción del asesinato de su presidente Jovenel Moise.
De acuerdo con Trajano Potentini, presidente de la FJT, se trata de un hecho grave que afecta seriamente la gobernabilidad de Haití; además de certificar su condición de inviabilidad y estado fallido, a las puertas indefectiblemente de un estallido social seguido de una guerra civil, que amerita urgentemente la intervención de la comunidad internacional.
Para la entidad cívica se trata de una eventual amenaza sin precedentes para la República Dominicana, máxime con una cancillería que ha venido manejando la política exterior Dominico-Haitiana, con muchas deficiencias y debilidades, como pudo evidenciarse con el tema del rio masacre, todo ello unido a un manejo poco eficiente de las fuerzas armadas a la hora de salvaguardar la integridad del territorio nacional con el control fronterizo.
Para Potentini urge que el gobierno dominicano, se declare en alerta máxima y disponga del cierre absoluto de la frontera Dominico-Haitiana, triplicando la seguridad, además de activar todos los mecanismos de contención, ante la eventualidad de un estallido social o guerra civil en Haití.
La FJT estima que se trata de la amenaza más seria que tendría que sortear la República Dominicana en medio de la pandemia del Covid-19, sobre todo por el impacto social que generaría la ingobernabilidad en Haití, fundamentalmente en el orden migratorio, delincuencia organizada y el tráfico internacional de drogas, ello unido a la posibilidad planteada por diversos medios de comunicación, sobre la participación de posibles comandos colombianos involucrados en el magnicidio.
Finalmente, la FJT reiteró al gobierno dominicano a estar en máxima alerta, al tiempo de descartar que en Haití habrá algún espacio de tranquilidad y continuidad del estado, como ha garantizado el primer ministro interino, Claude Joseph.