La Fundación Zile (FZ) expresó este martes su más enérgico repudio a los recientes llamados al odio en Haití contra dominicanos en ese país y que han surgido en respuesta a las deportaciones masivas de haitianos en la República Dominicana.
La FZ también hizo un llamado a las autoridades haitianas para que garanticen la protección de los dominicanos que residen, trabajan y contribuyen al desarrollo de la sociedad haitiana.
El llamado de la FZ se produce luego de las declaraciones del activista político haitiano conocido como Marcelin Mertil (alias Árabe) quien llamaba a la violencia contra dominicanos residentes en Haití y también por un audio que se hizo viral en ese país en el que un dominicano llamaba también a la violencia contra los vecinos.
Se recuerda que el llamado del activista ocurrido el pasado 17 de octubre también fue rechazado en su momento por el líder pandillero Jimmy Chérizier (Barbecue).
El activista Mertil es un fugitivo de la justicia haitiana que huyó cuando el ataque a la cárcel central de Puerto Príncipe, informó una fuente a este medio.
"La Fundación Zile (FZ) expresa su más enérgico rechazo a los recientes llamados al odio en Haití, que han surgido en respuesta a las deportaciones y a los casos documentados de malos tratos que han sufrido haitianos en la República Dominicana. Afirmamos con firmeza que la violencia nunca puede ser una solución; cualquier forma de represalia únicamente perpetúa un ciclo de sufrimiento y desconfianza entre nuestros pueblos", indica la entidad en un comunicado.
A la vez, la FZ también instó a las autoridades dominicanas a proporcionar la protección a los haitianos en su territorio, asegurando que los casos de malos tratos denunciados sean investigados de manera exhaustiva y que los responsables sean llevados ante la justicia.
"La seguridad y el respeto por los derechos de todos los habitantes, sean temporales o permanentes, deben ser prioridades fundamentales para fomentar un ambiente de convivencia pacífica", destacó.Te puede interesar
La FZ indicó que en la actual coyuntura, las movilizaciones y manifestaciones relacionadas con el tema migratorio, aunque constituyen un ejercicio legítimo de la libertad de expresión, pueden acentuar las tensiones en el delicado manejo de las relaciones bilaterales, especialmente ante la complejidad de la crisis en Haití.
"Por ello, exhortamos a los organizadores de estas movilizaciones a explorar otras formas de expresar sus sentimientos, sin comprometer la esencial construcción de un futuro próspero y sostenible para todos. Instamos a aquellos activistas que perciben al vecino como un enemigo a reflexionar sobre las repercusiones de sus palabras y acciones, cultivando la humildad necesaria para preservar la convivencia pacífica y solidaria entre ambas naciones. Ayer, hoy y siempre, la interdependencia entre nosotros es una realidad innegable", dijo la entidad fundada en el año 2005 en Santo Domingo y co-presidida por el Obispo Oge Beauvoir (Haití) y el padre Julio A. Acosta (República Dominicana).
Consideró como esencial que la disposición expresada por los dos gobiernos para entablar un diálogo se materialice con urgencia, abriendo paso al entendimiento y a acciones concretas de colaboración y buena vecindad.