“Entre 40 y 50 cadáveres” han sido hallados en la prisión siria de Sednaya, al norte de Damasco, conocida por el uso de la tortura contra los prisioneros, durante las operaciones de rescate que iniciaron poco después de que los insurgentes tomaran la capital siria, informó este martes a EFE el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman.
En una conversación telefónica, Abderrahman expresó su creencia de que “la mayoría de los cuerpos eran de ejecuciones recientes”.
Según esta ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores en el terreno, los rescatistas continúan las labores de búsqueda de supervivientes en esta prisión.
La Defensa Civil siria, conocida como los Cascos Blancos, llegó el lunes a Sednaya, que era gestionada por la Policía Militar siria y es famosa por el uso de la tortura contra miles de prisioneros, para rescatar a los detenidos en celdas subterráneas ocultas.
En un comunicado enviado esta madrugada, el grupo indicó que había llevado a cabo una “búsqueda exhaustiva en todas las secciones, instalaciones, sótanos, patios y áreas circundantes de la prisión” con la ayuda de “personas familiarizadas” con el recinto.
Durante la operación, en la que participaron cinco equipos de rescatistas, se inspeccionaron “todas las entradas, salidas, conductos de ventilación, sistemas de alcantarillado, tuberías de agua, cableado eléctrico y cables de cámaras de vigilancia” de la cárcel, pero “no se encontraron pruebas de celdas secretas o sótanos no descubiertos”.