Las autoridades iraníes han impedido que la familia de Mahsa Amini conmemore en público el primer aniversario de su muerte, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
“Amjad Amini está bajo arresto domiciliario”, informó la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights (IHR), en referencia al padre de la joven, fallecida a los 22 años en un centro sanitario después de haber pasado por dependencias policiales.
“Las fuerzas de seguridad le impiden que visite la tumba de su hija Jina Mahsa Amini en el aniversario de su asesinato”, añadió la organización opositora al régimen de Irán.
Según IHR, la casa de la familia de la joven se “encuentra rodeada de fuerzas militares” en la ciudad de Saqez, en el Kurdistán iraní, para evitar que salgan de la vivienda y celebren una ceremonia religiosa para conmemorar su muerte.
Esta mañana el padre de Amini fue detenido durante unas horas para advertirle de que no debía llevar a cabo ningún acto de homenaje a su hija, de acuerdo con la denuncia de IHR.
Sin embargo, la agencia oficial iraní, IRNA, negó la detención de Amjad Amini y afirmó que las noticias sobre su arresto tienen como objetivo “incitar a la población a protestar”.
Las autoridades iraníes han desplegado fuertes medidas de seguridad en las calles de Teherán y otras ciudades, entre ellos efectivos antidisturbios motorizados, para evitar nuevas protestas.
Además, las fuerzas de seguridad iraníes han impuesto fuertes restricciones en el cementerio Aichi, donde está enterrada Amini, y donde comenzaron las protestas un día después de su muerte el 16 de septiembre de 2022, según Iran Human Rights.
Por su parte, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, se reunió con familiares de miembros de las fuerzas de seguridad que murieron en las protestas desencadenadas tras el fallecimiento de la joven kurda.
El encuentro tuvo lugar el viernes en la ciudad santa de Mashad, donde se encontraba el mandatario en vísperas del aniversario de la muerte del imán Reza, nieto del profeta Mahoma, enterrado en esa urbe.
Irán acusó este sábado a países occidentales de tratar de provocar la sedición en su territorio con el anuncio de nuevas sanciones y las llamadas a acabar con la discriminación de las mujeres.
“Algunos países que tienen episodios oscuros y han fallado en la cuestión de los derechos humanos han publicado inútiles comunicados políticos y golpeado de nuevo el tambor de las inefectivas sanciones en un intento desesperado para crear sedición en la república Islámica de Irán”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
El diplomático llamó a Occidente a adoptar una “nueva política basada en el respeto por la gran civilización iraní, la soberanía de la República Islámica y los intereses y la seguridad común”.
Kananí calificó de “comportamiento poco constructivo” las nuevas sanciones que la Unión Europea (UE) impuso ayer contra cuatro individuos y dos entidades iraníes por la represión de las protestas desatadas el año pasado tras la muerte de Amini.
En total, la UE ha sancionado ya a 227 personas y 43 entidades desde que en septiembre de 2022 se iniciaron las protestas.
Estados Unidos también anunció sanciones contra 25 iraníes, tres medios de comunicación respaldados por el Estado y una empresa de investigación por internet por su implicación “con la violenta represión por parte del régimen iraní de las protestas”.
Reino Unido y Canadá también anunciaron nuevas medidas restrictivas contra Irán por la represión de las protestas.
La muerte de Amini provocó fuertes protestas al grito de “mujer, vida, libertad” que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y que se apagaron tras una represión que causó 500 muertos, miles de detenidos y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.
En las últimas semanas las autoridades iraníes han intensificado las advertencias y las medidas represivas para tratar de evitar que el aniversario de la muerte de la joven de 22 años provoque nuevas manifestaciones con más reclamaciones de libertad.
Docenas de familiares de fallecidos en las manifestaciones han sufrido detenciones arbitrarias, restricciones a la celebración de reuniones pacíficas en los lugares donde se encuentran las tumbas y la destrucción de lápidas, denunció Amnistía Internacional.
El caso más sonado es el del tío de Amini, Safa Aeli, quien fue arrestado la semana pasada en su casa de Saqez, en el Kurdistan iraní, y cuyo paradero se desconoce, según han denunciado los activistas.