La legitimidad de las urnas no ofrece gobernabilidad automática. Por eso, tal vez, Javier Milei se acercó al expresidente Mauricio Macri, líder de centro derecha, y a Patricia Bullrich, la que fuera la candidata del espacio de Macri para la presidencia.
Bullrich será la ministra de Seguridad del gobierno de Milei; y el que fuera su candidato a vice, Luis Petri, será ministro de Defensa.
En un lugar clave, el ministerio de Economía, quedó Luis Caputo. Este último formó parte del gobierno de Macri en las áreas de finanzas y como presidente del Banco Central.
Hasta donde se sabe, estas designaciones no fueron requisitos de Macri, pero pueden favorecer la capacidad de gestión de Milei.
Para esta gestión no tendrá mucho margen de maniobra: los planes de Milei necesitarán no sólo del trabajo de su gabinete, sino también de respaldo político e institucional, fundamentalmente en el Congreso.
En este recinto, su fuerza, La Libertad Avanza, no alcanza ni siquiera a ser primera minoría. Su partido reúne sólo 40 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y apenas siete de los 72 asientos del Senado.
Sin embargo, el juego legislativo está abierto para algún tipo de reconfiguración de las fuerzas mayoritarias, lo que podría darle algo más de respaldo a los proyectos de Milei.
Milei tiene previsto solicitar el lunes, en su primer día en el gobierno, la apertura de un período extraordinario de sesiones para tratar un ambicioso paquete de reformas que incluye recortes del Estado para reducir el déficit fiscal y contener una inflación anualizada superior al 140%.