Desde este jueves, Alejandra Prat es colaboradora de Vamos a ver. Nada especial si no fuera porque el programa está presentado por su hermano, Joaquín Prat. Y claro, ya se sabe que eso del enchufe no está siempre bien visto.
Sabedores de las críticas que iban a recibir, Joaquín ya se adelantó y lo dejó claro: “La nueva colaboradora de Vamos a ver en un ejercicio de absoluto nepotismo. Vamos, más claro, agua, nepotismo. Favorecer a un familiar para conseguir prebendas. Menos mal que esto no es la televisión pública porque ya estaría yo denunciado”.
Una vez acabada la mesa de actualidad, se dirigía al sofá donde se habla de temas más frívolos. “Hoy tenemos a Sandra Aladro, Carmen Borrego, Adriana Dorronsoro, Alessandro Lequio y a la nueva colaboradora de Vamos a ver", decía mientras se acercaba a su hermana.
Alejandra deja así de ser colaboradora de Y ahora Sonsoles para cambiar de cadena y sumarse a su hermano. Un movimiento de la productora de Ana Rosa Quintana, gran rival en audiencia de la ganadora del Premio Planeta.
Joaquín Prat ha dejado claro que no ha sido cosa suya: “No soy yo sino la productora de este programa, que no es la que me contrata a mí, la que ha decidido contratar, por méritos estrictamente profesionales a mi santa hermana Alejandra Prat”.
Así la presentaba en su primer día y aseguraba que lo mejor era dejarla trabajar para luego sacar conclusiones. “Ella se va a ganar este puesto como lo hacen todos ellos…", aseguraba completamente seguro de la valía de su hermana.
Que, por cierto, no viene de la nada. Estudió periodismo y ha trabajado en varios programas de televisión con grandes del medio como María Teresa Campos o Ana Rosa Quintana.
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Ella dejaba caer que, si no hacía bien su trabajo, no pasaba nada, se volvía a su casa. “Eso es, si no lo hace, la mandamos directamente a su casa, que es aquí al lado, en Barcelona o también tiene la mía para quedarse", termina diciendo el presentador.