Esta es la acelerada transformación que Karina Milei, la hermana menor del presidente Javier Milei, tuvo en los últimos dos años en los que se transformó en la pieza fundamental de la también acelerada carrera política del líder libertario.
Es la persona que el mandatario más idolatra. A ello se debe que la llame 'El jefe' o 'El Mesías', siempre en masculino. Es su principal asesora. La única a la que le tiene absoluta confianza. Por eso logró controlar todas las decisiones y los recursos financieros de la campaña.
Ya en la sede presidencial, la Casa Rosada, una de las primeras medidas de Milei fue la modificación de un decreto que prohibía el nepotismo y evitaba que los mandatarios nombraran a sus familiares más cercanos en cargos públicos.
Hecho el cambio, Karina pudo asumir como nueva secretaria general de la Presidencia en una ceremonia privada en la que el presidente lloró al tomarle el juramento. Fue su momento de mayor emoción del histórico día en el que, contra todos los pronósticos, se convirtió en presidente.
Karina Elizabeth Milei tiene 51 años, dos menos que el mandatario, y ambos son los únicos hijos de Norberto Milei y Alicia Luján Lucich, una pareja de clase media de Buenos Aires.
En múltiples entrevistas, Milei ha contado que fue un niño golpeado y maltratado por su padre y su madre, y que la única que siempre lo defendió y cuidó fue su hermana.
De hecho, ya de adulto se dejó de hablar durante una década con quienes llamaba despectivamente "progenitores". Gracias a la intermediación de Karina, se reconcilió con ellos recién el año pasado, cuando su carrera política iba creciendo.
Mientras Javier estudió Economía, ella optó por la carrera de Relaciones Públicas, pero también tuvo un negocio de neumáticos y estudió pastelería, afición que la llevó a vender tortas a través de sus redes sociales.