La caravana compuesta por más de 1,500 migrantes que partió esta semana de la frontera sur de México se enfrentó el martes, al igual que otros grupos similares, al bloqueo de las autoridades mexicanas, quienes impiden su salida del estado de Chiapas, limítrofe con Centroamérica.
En medio de las presiones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que México controle el flujo migratorio, el contingente salió a las 05:00 horas (11:00 GMT) del municipio de Huixtla, avanzando a paso lento, con algunos en bicicletas y triciclos, flanqueados por la Guardia Nacional y la policía municipal.
Los indocumentados, en su mayoría de Venezuela, denunciaron a EFE que elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), desde su llegada a Huixtla, han permanecido en sus alrededores y los persiguen por la carretera. Este martes, intentaron detener a una familia, pero los mismos migrantes lo impidieron.
Los extranjeros piden comprensión a la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien la semana pasada aseguró en una llamada con Trump que las caravanas "ya no llegan" a la frontera con Estados Unidos. Mientras tanto, el mandatario electo ha prometido aranceles del 25% a los productos mexicanos si no frena "la invasión" de migrantes y drogas.
"La presidenta de México debe brindarnos el apoyo para llegar a la Ciudad de México, donde hay más fuentes de trabajo y esperar la cita 'CBP One' (para pedir asilo en EE.UU.) tranquilamente porque otros estados son más peligrosos", expuso el venezolano Genaro Cárdenas.
Este suramericano viaja en bicicleta con un grupo de compatriotas, quienes tienen la esperanza de llegar a su destino a pesar de los obstáculos y la presión de los agentes de Migración para convencerlos de regresar a la frontera sur.
"Nosotros tememos que nos desarticulen y regresarnos a Tapachula, por lo que seguiremos adelante", avisó Cárdenas.
México quiere a los migrantes en el sur
La presidenta ha prometido una estrategia migratoria humanitaria con un polo industrial en el sur de México, mientras sostiene que los encuentros diarios de migrantes en la frontera de Estados Unidos han disminuido un 75% desde diciembre de 2023.
Sin embargo, en la caravana hay migrantes como el venezolano Bryan Joan, quien expresó su malestar porque el Gobierno no les brinda apoyo y no les permite avanzar hacia la Ciudad de México.
"En Tapachula no hay trabajo de nada, aparte Migración nos dice una cosa, que 'les vamos a ayudar', donde es totalmente mentira y la gente se monta en las combis (camionetas) y regresan para atrás y los tienen hasta tres días en (la estación migratoria) Siglo XXI en Tapachula", aseguró.
El venezolano Antonio José también pidió al Gobierno de México cambiar la política migratoria sobre el terreno para ofrecer un trato más humano a las personas y "no engañarlas".
Mientras tanto, grupos del Sistema Integral para la Familia (DIF) del Gobierno mexicano y Médicos Sin Fronteras (MSF) brindan atención médica y curaciones a migrantes con lesiones en sus pies.
La salvadoreña Fabiola Flores comentó a EFE que, durante su paso por la carretera Huixtla-Villa Comaltitlán, "hay como unos 20 heridos con ampollas, deshidratación y llagas".
"Venimos todos en son de paz, no queremos hacer desorden público, solo queremos llegar a nuestro destino y descansar, la verdad, (la autoridad) intenta intimidarnos, persuadirnos para que dejemos la caminata", comentó.