República Dominicana, -Se diagnosticaron aproximadamente 620,000 nuevos casos de linfoma en todo el mundo, según el informe del World Cancer Research Fund International de 2020. Las tasas de supervivencia han mejorado a medida que se desarrollan avances en el tratamiento, como la terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos.
La terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos es un tratamiento personalizado que le da esperanza a los pacientes diagnosticados con diversos linfomas.
El cáncer hace parte de un grupo de más de 100 enfermedades, de las cuales todas comienzan con el crecimiento de células anormales. En lugar de morir en el ciclo de vida normal de una célula, las células cancerosas continúan dividiéndose en nuevas células anormales y crecen fuera de control.
"El linfoma, en términos sencillos, es esencialmente un cáncer del sistema inmunitario"que es parte de la red del organismo que combate los gérmenes, comentó la hematóloga y oncóloga Madiha Iqbal.
Los signos y síntomas del linfoma pueden incluir hinchazón indolora de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle. Fatiga persistente. Fiebre. Sudores nocturnos. Dificultad para respirar. Pérdida de peso sin causa aparente. Picazón en la piel.
Hasta el momento, los médicos no están seguros de las causas del linfoma, pero comienza cuando un glóbulo blanco que combate enfermedades, llamado linfocito, sufre una mutación genética. La mutación le dice a la célula que se multiplique rápidamente, y se crean muchos linfocitos enfermos que continúan multiplicándose.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer linfoma se incluye la edad, algunos tipos de linfoma son más frecuentes en adultos jóvenes, mientras que otros se diagnostican con mayor frecuencia en personas mayores de 55 años.
Los hombres tienen un poco más de probabilidades de desarrollar linfoma que las mujeres.
El linfoma es más frecuente en personas con enfermedades del sistema inmunitario o que toman medicamentos que inhiben este sistema.
Algunas infecciones se asocian con un riesgo mayor de padecer linfoma, como el virus de Epstein-Barr y la infección por Helicobacter pylori.
A los pacientes recién diagnosticados con linfoma se les ofrece una combinación de quimioterapia y tratamientos basados en anticuerpos. Pero para aquellos que no responden a dos o más líneas de estos tratamientos, la terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos puede ser una opción.
"Antes de la llegada de la terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos, los pacientes que no habían respondido a dos líneas de quimioterapia presentaban una supervivencia muy baja, de unos seis meses", dice la Dra. Iqbal.
Para la terapia de células CAR-T se extraen los glóbulos blancos de la sangre del paciente. Luego se separan las células T, que se alteran en el laboratorio: se les agrega un gen con un receptor sintético (denominado receptor quimérico de antígenos o CAR).
Este receptor sintético ayuda a las células T a identificar los antígenos específicos de las células anormales según el tipo de cáncer para el cual se aplica el tratamiento.
Una vez modificadas -y multiplicadas hasta alcanzar la cantidad necesaria-, las células CAR-T son regresadas al paciente.
La terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos puede durar unas semanas, ya que las células T del paciente, que normalmente ayudan a combatir las infecciones, se recolectan y se modifican genéticamente para que se dirijan al linfoma.
Tras una dosis baja de quimioterapia, las células modificadas se infunden de nuevo en el paciente. Estas células pueden entonces atacar y destruir el linfoma.
"Los pacientes que tenían un pronóstico muy malo pueden ahora curarse potencialmente de su enfermedad", dijó la Dra. Iqbal.