Desde hace cuatro años, en la historia de Liondy Ozoria se ha escrito un capítulo para nada chistoso: el diagnóstico de la condición de autismo de su hijo menor, Said, tema que lo conmueve, y lo hace pasar de la risa al llanto.
Este sábado el humorista, en el programa ¨Trátame Bien¨ de RCC Media, cuenta de cuando recibió el diagnostico de su hijo y expresó ¨fue algo chocante. Hice una confesión y es que mi fe se desvaneció y cuestioné mucho a Dios, pero ya eso ha mermado. Fue chocante porque llevaba un ritmo de vida todo bien, pero esto vino a darle otro giro a mi vida¨.
Dijo además ¨estoy agradecido de que esto haya llegado a mi vida, porque esto me ha enfocado más. Me ha sacado de mi zona de confort de manera increíble y me ha creado muchas nuevas inquietudes de las cuales las he puesto en práctica¨.
De igual forma dijo, ¨Yo he estado estudiando en un estudio de una institución, pero estoy tratando de aprender lo más que pueda. Como figura pública, prácticamente me convierto sin quererlo, en voz de muchos padres que tienen hijos con el espectro autista. Eso en cierto modo me emociona y me hace entender que tengo una gran responsabilidad¨.
¨El autismo me ha ayudado a cambiar a algunas cosas, tener más paciencia, ser más empático, pensar antes de hablar. Todo eso lo he ido acoplando a mi vida¨.
Otro proyecto
¨Como ventrílocuo me siento cómodo haciendo mi personaje principal que es Ñeñeco, pero he descubierto un nicho donde me siento que puedo hacer que la gente se identifique mucho con la actualidad con un proyecto que se llama Chikichá, el cual trata del tigueraje de ahora¨.