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Hace 24 años, Ridley Scott lanzó una película que pocos esperaban ‘Gladiator’, la cual se convirtió en un gran éxito y catapultó las carreras de Russell Crowe y Joaquín Phoenix. Ahora, se estrena su secuela, protagonizada por Paul Mescal, que promete ser un espectáculo tan deslumbrante como asombroso desde el punto de vista histórico.
Si en la original, el director británico se permitió algunas libertades para que la historia tuviera una buena dosis de espectáculo y lírica, en la nueva entrega, que se estrena mañana en Latinoamérica y el viernes en España, todo se ha intensificado, para bien y para mal.
Desde las batallas hasta los músculos de los protagonistas, los excesos de los emperadores ahora son dos, los deslices históricos y la sangre que brota a raudales.
‘Gladiator’ es impresionante visualmente. Sus dos principales atractivos son Paul Mescal y Denzel Washington, además de la brillante producción, algo característico en las películas de Ridley Scott.
Washington se ha posicionado de inmediato como el gran favorito para obtener el Óscar a mejor actor secundario por su interpretación de Macrino, un empresario dedicado a la búsqueda y explotación de gladiadores, que logra ganarse la confianza de los desquiciados emperadores Geta (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger).
Russell Crowe vs. Paul Mescal
La trama se sitúa 15 años después de la muerte de Máximo Décimo Meridio (Crowe) en la batalla contra el emperador Cómodo (Phoenix), cuya muerte asegura la seguridad de Lucius, el hijo de Lucilla (Connie Nielsen) y nieto del emperador Marco Aurelio.
Sin embargo, Roma ha caído en estos tres lustros en una espiral de violencia y caos, lo que proporciona un escenario perfecto para que el director desarrolle su historia, estructurada de forma casi idéntica a la del primer ‘Gladiator’.
Comienza con una gran batalla (ahora naval), un héroe que es derrotado y convertido en esclavo y gladiador, y continúa con un complot de senadores, soldados valientes y leales a la idea de una Roma libre, encabezados por Marcos Acacius (Pedro Pascal), junto a numerosas batallas (con rinocerontes, monos furiosos e incluso navales en el Coliseo).
Todo esto sirve como telón de fondo para un gran Paul Mescal, cuya principal tarea es atraer a nuevas generaciones. El actor ha logrado transformarse del sensible Connell de ‘Normal People’ a este musculoso guerrero, aunque se queda un poco atrás en carisma comparado con Crowe/Máximo, a quien se recuerda constantemente en la narración.
Mescal se preparó intensamente en el gimnasio para este proyecto y reconoce ser muy consciente de lo que implica formar parte de una producción como ‘Gladiator’.