Ya empiezan los problemas de salud a asolar a los Philadelphia Sixers. Sus dos principales estrellas, al menos las que perciben salarios como tal, no estarán disponibles para el inicio de campaña ante los Milwaukee Bucks en el segundo día de competición. Joel Embiid y Paul George han sufrido sendas lesiones de rodilla durante la pretemporada y ahora quedarán fuera del debut en la 2024-25.
El camerunés, aunque está entrenando con cierto ritmo, está descartado completamente para la primera semana de competición. A George le revaluarán de su edema óseo esta misma semana para dar un diagnóstico preciso. Tyrese Maxey, la tercera gran pata del proyecto, también sufrió un percance en su mano ante los Orlando Magic a manos de Jalen Suggs, pero no parece que vaya a afectar a su disponibilidad.
Durante estos días los Sixers han anunciado a bombo y platillo que la gestión de Embiid y George les llevará a perderse muchos partidos. De base, renunciando por decreto a los partidos que se celebren en noches consecutivas. Lo cual supone, en el caso de Philly, perderse un total de 15 encuentros desde el vamos. A ellos habrá que sumar las ausencias por baja real, cuyo contador iniciará en el primer partido de la temporada.
Viniendo de unos aspirantes a todo, esta es una decisión más kamikaze de lo que parece. Especialmente con Joel Embiid. Con el pívot en pista, los Sixers del curso pasado firmaron un 31-8 y eran 10,3 puntos superiores a sus rivales por cada cien posesiones. Sin él, estos guarismos se desplomaron hasta el 16-27 y 0,7 puntos por encima de sus rivales con la misma muestra.