Magnate del pop acusado de abusos sexuales sigue siendo un ídolo en Japón, así lo informó su agencia de talentos solo para hombres, Johnny & Associates, que produjo exitosas bandas juveniles masculinas y él tenía el récord mundial de la mayor cantidad de artistas número uno, la mayor cantidad de sencillos número uno y la mayor cantidad de conciertos producidos por un individuo.
Pero las acusaciones de explotación sexual persiguieron a Kitagawa durante su carrera. No fueron solo susurros a puertas cerradas, sino que quedaron publicadas en la prensa nacional y algunas probadas en un tribunal civil.
Eso no impidió que Kitagawa tuviera el estatus de tesoro nacional hasta sus últimos días. Incluso en la muerte, es venerado.
"Él es Dios", dice un joven sobre Kitagawa en las calles de Tokio. Mucha gente en Japón siente lo mismo. El funeral de Kitagawa en 2019 fue un evento nacional.
El entonces primer ministro Shinzo Abe envió un mensaje de condolencias. Celebridades japonesas con ojos llorosos y miembros de bandas juveniles lo despidieron por última vez en un evento conmemorativo en el estadio Tokyo Dome.
Pese a ser tan famoso en su país, solo existen un puñado de imágenes de Kitagawa. Rara vez hizo apariciones públicas, dio entrevistas o permitió que le tomaran fotos.
También controló estrictamente las fotografías de sus estrellas.
Cuatro años después de su muerte a la edad de 87 años, sus rostros juveniles todavía miran las ciudades japonesas desde vallas publicitarias y pantallas de televisión gigantes.
Con sus mandíbulas lampiñas y sus flequillos lacios, estos ídolos del J-pop no solo venden álbumes, sino que anuncian cualquier cosa, desde bienes raíces hasta lentes de contacto.
Es como si las acusaciones de abuso sexual de Kitagawa nunca hubieran tenido un impacto real, a pesar de que las historias existen desde hace décadas.
La negación y el silencio de los medios permitieron que el magnate de la música pop más poderoso de Japón abusara de adolescentes durante décadas.