El coordinador del programa el Sol de la Mañana, del grupo RCC Media, Julio Martínez Pozo, afirmó que las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a favor de los programas anticorrupción que implementa el Ministerio Público en contra de importantes exfuncionarios del Partido de la Liberación Dominicana, está encuadrado dentro de una respuesta estratégica al PLD, y un lobby para dar la sensación de que esa nación estaría detrás de estos procesos.
El destacado periodista aseguró que esta semana utilizaron al presidente Joe Biden, a la procuradora Miriam Germán y a Vincho Castillo, para atacar de manera muy sutil al partido que fundó el profesor Juan Bosch en 1973, lo que, a su juicio, no ocurre de manera casual.
“Señores, estamos en un juego de grandes ligas. Olvidémonos de lo que ocurrió el domingo, eso es una cosa absurda, aislada, una patanada, pero lo que viene a partir de ahí es una cuestión de cabeza muy fría. El lunes, aunque con fecha del martes, el PLD recibe el misil que le lanzó Miriam Germán, el miércoles Joe Biden y el jueves sacan a Vincho Castillo de su retiro para atacar al PLD”, comentó Pozo.
Expresó que se trata de tres acontecimientos sucesivos planificados y llevados a cabo a la perfección. “Es decir, primero lo de Miriam, luego viene lo que se intentó hacer con Biden, lo de Biden falló, porque se pretendía una cosa que no se logró, y después viene lo de Vincho”, añadió.
Finalmente, manifestó que alguien debe estar moviendo desde un cuarto estratégico la presunta campaña en contra del PLD.
El presidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Marino Vinicio Castillo, Vincho, aseguró que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) «está gestando un plan» para desestabilizar socialmente el país.
“Advierto sobre ominosos signos que sugieren se está gestando un peligroso plan de turbación y desestabilización de la paz nacional, promovido por cuadros de la alta cúpula dirigencial del Partido de la Liberación Dominicana”, aseguró el presidente de la FNP.
Vincho añadió que desde la alta cúpula del PLD se financia la violencia de «grupos enardecidos» contra la autoridad judicial, con el propósito de que los encartados por supuesta corrupción en el denominado caso Calamar salgan favorecidos.