Santo Domingo.- Nuevas presiones tributarias al ron – que ya carga con el impuesto selectivo específico más alto de la región- generarían una caída de la producción formal e incrementarían el ilícito y la comercialización de bebidas adulteradas, que en los últimos dos años costaron la vida a más de 400 personas en el país.
La advertencia fue hecha este miércoles por la Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON) durante un encuentro con la prensa económica, en el que quedó demostrado que luego de la reforma fiscal de 2012, las ventas declaradas de ron llegaron a caer un 27% de manera acumulada (2012-2019), representando una disminución de 3.4 millones de litros, volumen que a la fecha todavía no se ha recuperado. Asímismo, al Estado le tomó seis años regresar a los niveles de recaudo real generados previo al 2012.
Según el economista Nassim Alemany, asesor de ADOPRON, luego de esos cambios tributarios, la Tasa Efectiva de Tributación del ron pasó de promediar un 53% en 2013 a un 66% en el año 2020, lo cual significa que de cada RD$100 que se destinan a la compra de una botella de ron, aproximadamente RD$66 corresponden al pago de impuestos. En el caso de los rones de bajo precio, Alemany señaló que el impuesto llega hasta un 70%, siendo este segmento el más afectado por la evasión fiscal y adulteración.
Desde su punto de vista, y sobre la base de los resultados negativos para el país, el fisco y la misma industria, una carga tributaria de 70% es más que suficiente y difícil de sobrellevar, para el ron dominicano.
Sostuvo que este incremento de impuestos, sin embargo, no afectó a todas las bebidas alcohólicas por igual, algunas de ellas llegaron a disminuir su Tasa Efectiva de Tributación, como la cerveza, la cual pasó de un 48% en 2013 a un 39% en el 2020. En el caso de las bebidas importadas, la Tasa Efectiva de Tributación se encuentra entre el 35% y 40%.
“Las consecuencias de los elevados impuestos en la categoría ron han sido costosas para el país, generando pérdidas en impuestos no pagados por empresas formalmente registradas que alcanzaron hasta RD$2,000 millones en un año y la pérdida de más de un millón de cajas anuales”, agregó Alemany. El incentivo a la evasión, generado por los altos impuestos, promueve el surgimiento de nuevos actores que operan en la ilegalidad y que buscan ocupar el terreno cedido por empresas judicializadas y cerradas.
“Una modificación de los impuestos en alcoholes por lo general busca uno de dos objetivos: efecto recaudatorio o compensación de externalidades. Es evidente que la reforma del 2012 no logró ninguno de los dos. Se perdieron 5 años con recaudaciones reales por debajo del período previo a la reforma y provocó un crecimiento desbordado del mercado ilícito” reflexionó.
“La crisis generada por la producción de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol provocó que las ventas de ron cayeran durante los meses de mayo (-40%), junio (-42%) y julio (-22%) del 2021, de manera interanual”, contextualizó Alemany. Esto demuestra la fragilidad en la que se encuentra la industria del ron debido a la actual estructura tributaria, donde la evasión fiscal y la adulteración de bebidas ponen en juego la sostenibilidad de uno de los pocos productos dominicanos que se consideran marca país para el resto del mundo.
En el encuentro con los medios estuvieron presentes Aguie Lendor, vicepresidenta ejecutiva de ADOPRON y representantes de las empresas miembros: Casa Brugal, Barceló, Vinícola Del Norte, Isidro Bordas y Yazoo Investment.