Santo Domingo.- Con pancartas y coros de lucha decenas de mujeres marcharon este lunes frente al Congreso Nacional en reclamo de que se aprueben las tres causales que permitirían el aborto en el proyecto de ley del nuevo Código Penal.
Siendo hoy el Día Internacional de la Mujer, el Movimiento de Mujeres Trabajadoras (MMT) encabezó la proclama (recorrido que tuvo punto de encuentro en las afueras de la Lotería Nacional), dónde además le acompañaron algunos hombres.
Las feministas exigieron también otras reivindicaciones que consideran deben ser tomadas en cuenta. Las mujeres fueron recibidas por la senadora por el Distrito Nacional, Faride Raful, y el diputado Juan Dionicio Rodríguez Restituyo.
"Reclamamos al Congreso Nacional que es tiempo ya de aprobar las 3 causales para la suspensión del embarazo dentro del Código Penal, este reclamo es un derecho humano, de salud, que no solo salvará la vida de miles de mujeres, sino también dará paz a las familias pobres del país", explicó Luz Eneyda Mejía, presidenta del MMT.
En representación de las mujeres, la incumbente dijo que las trabajadoras tienen más de 100 años luchando por sus derechos, y es mucho tiempo desde que Clara Zetkin y la Federación de Mujeres Socialistas instituyeran que en todo el mundo se conmemorara el 8 de marzo como el día internacional de las trabajadoras.
"En una sociedad que ha desarrollado tantos conocimientos, este no ha servido para aligerar la carga opresiva que representa los bajos salarios, la violencia institucionalizada, la pobreza, ni la desigualdad ; porque la ciencia , los avances científicos y técnicos no están al servicio de la humanidad, no están para hacer feliz a la gente, sino todo lo contrario son utilizados para que un grupito sea más rico y para cada día explotarnos más a las trabajadoras y los trabajadores, los usan para hacernos creer que son nuestros amigos, que somos iguales, cuando en verdad nos succionan la vida como las sanguijuelas," puntualizó.
Asimismo, explicó que conmemoran esta fecha que representa la rebeldía de la clase trabajadora femenina, la valentía de la mujer que, aunque explotada y oprimida no se doblega y no se rinde.