La muerte del príncipe Felipe ha dejado un “gran vacío” en la vida de la reina Isabel II, dijo el domingo su hijo, el príncipe Andrés, mientras miles de ciudadanos acongojados siguen dejando flores a las puertas del Castillo de Windsor.
Andrés, el tercero de los cuatro hijos de la pareja, acudió a la Capilla Real de Todos los Santos en Windsor junto con otros miembros de la familia real, dos días después de que Felipe, de 99 años, muriera en el castillo.
Andrés dijo que su madre “lo describió como haber dejado un gran vacío en su vida”.
“Hemos perdido, casi, al abuelo de la nación”, dijo el príncipe. “Yo lo siento mucho y apoyo a mi madre, quien probablemente lo siente más que todos los demás”.
Su hermano menor, el príncipe Eduardo, dijo que la muerte de Felipe fue un “terrible impacto”, pero indicó que la reina de 94 años estaba “aguantando”.
Tanto los funcionarios del palacio como los del gobierno instaron a la gente a no presentarse en persona para presentar sus respetos debido a las restricciones por el coronavirus. Pero cientos de personas llevaron el domingo notas, tarjetas y flores a las puertas del Castillo de Windsor, ubicado a 32 kilómetros (20 millas) al oeste de Londres, mientras que otros acudieron al Palacio de Buckingham en la capital británica.
“99 años de vida y más de 70 años de servicio merece algún reconocimiento”, dijo Neil Loughton, quien llegó en bicicleta hasta el palacio a manifestar sus respetos a Felipe.
El funeral será el 17 de abril en el Castillo de Windsor. Solo 30 personas podrán asistir debido al coronavirus pero se trasmitirá en vivo por televisión.
El nieto de Felipe, el príncipe Enrique, quien dejó sus deberes reales el año pasado y ahora vive en California, asistirá al servicio junto con otros miembros de la familia real. Su esposa, Meghan, duquesa de Sussex, está embarazada y no viajará. Fuente: AP