Debbie Stevens, una mujer de 47 años de Long Island, afirma que fue despedida de su trabajo en Atlantic Automotive Group tras donar un riñón a su jefa, Jackie Brucia.
Stevens presentó una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Nueva York, alegando que fue maltratada y despedida "después de que la mujer consiguiera lo que quería."
Stevens, contratada como asistente por Brucia en 2009, donó su riñón a un desconocido para ayudar a Brucia a ascender en la lista de donantes de órganos. A pesar de no ser el más adecuado, Stevens fue operada en agosto de 2011.
A su vuelta al trabajo, Stevens alegó malos tratos, como gritos, descenso de categoría y traslado a un concesionario lejos de su casa.
Stevens consultó a un psiquiatra y, después de que sus abogados enviaran una carta a Atlantic Automotive Group, fue despedida en menos de una semana.
Mientras su jefa seguía recuperándose, Debbie faltó a sus responsabilidades y de un momento a otro la despidieron.
Te puede interesar: Los 40, la radio de los éxitos aterriza en Estados Unidos
"Si no lo hago, pensarán que te doy un trato especial. Es algo doloroso y horrible. Me sentí traicionada", indicó.
Como era de esperarse, este caso se viralizó de inmediato y generó revuelo e indignación. ¿Crees que fue injusto?