El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni ofreció una breve declaración sin preguntas para confirmar de viva voz esta "noticia triste". Y aclaró los próximos pasos: el cuerpo del papa emérito será velado en la capilla ardiente que se abrirá en la basílica de San Pedro desde este lunes. Y el funeral tendrá lugar el jueves 5 de enero.
En este sentido, subrayó que Benedicto XVI pidió como última voluntad que su funeral fuera "lo más sencillo posible, solemne pero sobrio".
El Vaticano deberá ahora empezar a aclarar cómo se seguirán estos ritos en el caso de una figura como Ratzinger. El primer papa en renunciar al ministerio petrino en seis siglos. Por lo que no existe un protocolo preestablecido para el caso de los "eméritos".
Entre las dudas que quedan por resolver, está la de si se invitará a los Jefes de Estado al funeral o el lugar en el que el papa emérito será enterrado.
Aunque, presumiblemente será en la cripta en la que reposan sus antecesores en la basílica vaticana.
Tampoco se ha dado a conocer si, como indica la tradición, el cuerpo del papa se colocará en tres féretros: uno de ciprés forrado de terciopelo carmesí y encajado en otro de plomo de cuatro milímetros de espesor,. A su vez encajado en otro de madera de olmo barnizada.