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Carlos Ramírez, alias "Guerra", un pandillero de origen dominicano, enfrentará su sentencia en enero de 2025 tras ser declarado culpable de varios cargos relacionados con el asesinato de dos adolescentes ocurrido hace más de diez años en el condado del Bronx.
Ramírez está vinculado a los Sunset Trinitarios, un subconjunto de la violenta organización de tráfico de drogas y pandillas conocida como Los Trinitarios, fundada entre 1989 y 1992 por dominicanos en la prisión de Rikers Island, Nueva York.
A finales de septiembre, el joven de 29 años fue declarado culpable de conspiración para cometer crimen organizado, asesinato en ayuda del crimen organizado y el uso de un arma de fuego en la comisión de un asesinato.
Cada uno de estos delitos conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua, y el cargo de asesinato en ayuda del crimen organizado implica una condena obligatoria de cadena perpetua.
Aunque la fiscalía ha proporcionado información sobre las posibles sentencias, advierte que la decisión final será dictada por un juez. La audiencia de sentencia de Ramírez está programada para el 9 de enero de 2025.
Ramírez fue arrestado en enero de 2020 junto a otros seis miembros de la pandilla, en una operación llevada a cabo por un grupo de trabajo que incluía la DEA, Investigaciones de Seguridad Nacional, la policía estatal, la policía de Nueva York y el Departamento de Investigaciones.
El "mensajero del diablo"
La justicia estadounidense acusa a Ramírez de ser miembro de la pandilla entre 2010 a 2024, tiempo en el que, según los fiscales, los Sunset Trinitarios cometieron "una cantidad aterradora de delitos violentos, incluidos múltiples asesinatos e intentos de asesinato y numerosos robos a punta de pistola en toda el área metropolitana" de Nueva York.
El dominicano ascendió a múltiples posiciones de liderazgo dentro de la pandilla en los últimos 14 años, tanto en la calle como en el tiempo que estuvo encarcelado bajo la custodia de centros de detención estatales y federales en la ciudad de Nueva York, dice la fiscalía.
Los fiscales califican la posición de Ramírez dentro de la organización criminal como un "soldado mensajero del diablo", que cometía el asesinato de víctimas y su supuesta entrega al demonio, trabajo por el cual obtuvo dos tatuajes idénticos que conmemoran los dos asesinatos que cometió en nombre de la pandilla.
El primero de sus asesinatos, según los fiscales del Distrito Sur de Nueva York, fue el 23 de octubre de 2013, cuando participó en la muerte de Michael Beltré (17 años), a quien golpeó y luego sostuvo mientras otro miembro de la pandilla le disparaba en varias ocasiones.
El segundo ocurrió el 2 de noviembre de 2014, en esa ocasión Ramírez asesinó a Jordanny Correa, quien tenía diecinueve años. Ramírez le disparó a Correa varias veces a quemarropa dentro de un apartamento en el Bronx.
Además, los fiscales señalan que el 28 de febrero de 2023 el dominicano intentó asesinar a un exlíder de los Sunset Trinitarios dentro del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn porque creía que había suministrado información a las fuerzas del orden.
Con la ayuda de otras personas, Ramírez cortó y apuñaló a la víctima con un cuchillo, causándole graves lesiones en la cara y el resto del cuerpo.
Al menos 10 cómplices de Ramírez y otros miembros de los Sunset Trinitarios se han declarado culpables y están a la espera de sentencia o han sido sentenciados, con penas que van desde varios años a cadena perpetua, agrega la fiscalía.