Ya lo escribió Sigmund Freud en su obra cumbre, La interpretación de los sueños (1899): “Los sueños son deseos reprimidos”. Casi más de un siglo después de esa afirmación, los psicólogos siguen analizando el origen y el significado del fenómeno onírico.
En este sentido, para la psicología un sueño erótico no ocurre por casualidad, sino que es el resultado de deseos expresados durante el día. Este tipo de sueño resulta liberador, porque la mente utiliza su energía para expresar todos sus deseos sexuales, sin ataduras.
Conocer en qué etapa del sueño estas imágenes y pensamientos llegan a la mente es el primer paso para comenzar a interpretarlas.
Incluso, para entender cómo, a veces, una persona se despierta sintiéndose “húmeda” después de haber soñado, por ejemplo, con tener una relación sexual.
Siempre de acuerdo con la teoría freudiana, los sueños reajustan tabúes y bloqueos mentales. Ocurren en la fase REM, cuando el cerebro se muestra más activo y creativo. Según expertos citados por la revista GQ de España, esto no significa que la persona quiera tener relaciones con la que está soñando.
La revista agrega que los sueños eróticos pueden tener distintos significados. Dice que existen dos categorías: “los que implican un acto sexual con penetración y los que son más carnales. La primera categoría puede significar que, en la vida real, tu libido no está completamente satisfecha; la segunda suele ser un síntoma de bienestar general”.
Sin embargo, los especialistas consultados en el artículo afirman que la persona que aparece en esas fantasías eróticas no siempre es la ideal, sino que, incluso, puede representar un lado oculto de la personalidad.