Santo Domingo.- El presidente de la Fundación Justicia y Transparencia (FJT), Trajano Potentini, aseguró que sin la aprobación de una ley de Extinción de Dominio, los esfuerzos del Ministerio Público en contra del crimen organizado y el lavado de activos, resultan inútiles e ineficientes.
Citó el ejemplo del caso de la Operación Falcón, donde se han incautado bienes por más de 50 mil millones de pesos.
Recordó que el lavado de activos presupone de la existencia de un crimen precedente, que genere los bienes ilícitos, objeto del blanqueo de capitales, para el caso ocurrente el narcotráfico, delito que estaría persiguiendo la DEA, cuya imputabilidad y judicialización se conocería en los Estados Unidos, donde sí disponen de la logística y el seguimiento para lograr condena.
En suma, dijo que en los Estados Unidos no reparan como prioridad en el decomiso de bienes, y más aún si no se encuentran en su territorio, más bien se centran en descabezar en su máxima expresión a las estructuras criminales que sirven de soporte al trasiego de drogas internacional.
"Estaríamos frente a la disyuntiva de tener procesos abierto en el país, huérfanos del delito precedente, que lo sería el narcotráfico, con una imputación objetiva difícil para el Ministerio Público, el cual hasta el momento no ha conseguido drogas en los allanamientos, más bien aparece como un colaborador de la DEA, quedándose con el problema de solo abordar el lavado de activos, sin un delito precedente", sostuvo el abogado.
Una salida o recomendación es que al Ministerio Público, tal vez sería hacer acopio de la experiencia comparada, emulando el caso Alcapone en la década de los años 30 del pasado siglo, de perseguir el Lavado de Activos a partir de la evasión fiscal, en los casos donde aplique, entre otras acciones y estrategias.
Potentini explicó la simbología de la operación Falcón, donde el Ministerio Público en su medida de coerción compara al grupo como una organización mafiosa, similar a la mafia siciliana (Cosa Nostra Italiana), rememorando lo que parecería ser al juez antimafia Giovanni Falcone, quien logró más de 500 condenados, con penas que en conjunto superaban los 2,500 años de cárcel, un verdadero icono de la lucha en contra del crimen organizado, asesinado en Palermo, en el año de 1992, por la misma mafia que combatió, con la detonación de más de 500 kilos de explosivos, junto a su esposa y tres guardaespaldas.