Steely & Clevie Productions, productora jamaicana, ha fortalecido su posición al encaminar una demanda monumental contra algunas de las más grandes estrellas de la música contemporánea.
Es precisamente esta influencia y penetración en el mercado lo que ha llevado a Steely & Clevie a señalar a poco más de 170 artistas, productores y sellos discográficos en su demanda.
Entre los acusados, se encuentran a luminarias como Bad Bunny, Daddy Yankee, Ricky Martin, Justin Bieber, Luis Fonsi, Pitbull, Drake, Rauw Alejandro, Jason Derulo, Enrique Iglesias, entre otros. La queja subraya la utilización del riddim en cuestión en más de mil 800 canciones publicadas desde 1995 hasta 2021.
Compuesto por Wycliffe Johnson (Steely) y Cleveland Browne (Clevie). Ambos fueron figuras clave en la escena musical jamaiquina desde la década de 1980. Y se les designa como los fundadores del famoso ritmo dembow, que es la base creativa del reggaetón.
¿Qué es el ‘dembow’?
Antes de pasar a la parte legal, valdría la pena explicar cuál es la manzana de la discordia. El “dembow” es tanto un ritmo como un subgénero dentro de la música reggaetón.
Su origen y nombre provienen de la canción “Dem Bow” del artista de dancehall Shabba Ranks, lanzada en 1990.
La instrumental de esta canción, producida por Steely & Clevie, ha sido sampleada y reinterpretada innumerables veces en la música reggaetón. Y ha servido como base rítmica para muchos de sus hits.
El dembow, emblemático en el reggaetón, se caracteriza por un ritmo pegajoso y repetitivo, dominado principalmente por percusiones que resuenan con fuerza. Aunque tiene raíces profundas en el dancehall jamaiquino, con el paso del tiempo ha absorbido influencias de otros géneros latinos e incluso del hip hop, enriqueciendo su sonoridad y adaptabilidad.
En cuanto a su lírica, las canciones que emplean este ritmo a menudo se centran en temáticas festivas y de baile, abordando en muchas ocasiones contenidos sensuales o provocativos, lo que le otorga un toque distintivo y atractivo para las audiencias que buscan música para animar cualquier ambiente.
En un escenario donde la música suele unir a las masas, ha surgido un conflicto legal que amenaza con resquebrajar al mundo del reggaetón y del pop. Steely & Clevie Productions, productora jamaicana, ha fortalecido su posición al encaminar una demanda monumental contra algunas de las más grandes estrellas de la música contemporánea. Lo que está en juego no es simplemente una melodía o letra, sino un ritmo, una esencia que ha caracterizado al reggaetón durante décadas.
Según documentos judiciales emitidos en California, obtenidos por DancehallMag, Steely & Clevie Productions sostiene que su riddim “Fish Market” de 1989, es una pieza musical lo suficientemente distintiva como para merecer protección legal bajo las leyes de derechos de autor de Estados Unidos. Este riddim, también conocido como “Dem Bow”, ha sido la base de numerosas producciones musicales, impulsando a muchas canciones a las listas de éxitos.