El presidente ruso, Vladímir Putin, condenó hoy el “bárbaro” atentado terrorista del viernes contra una sala de conciertos en las afueras de Moscú, donde murieron al menos 115 personas, y clamó venganza contra los que encargaron dicho ataque, que fue reivindicado por el Estado Islámico.
“Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado”, dijo Putin en una alocución televisiva.
Rusia informa de la detención de once personas
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha detenido a once personas en relación con el atentado en una sala de conciertos cerca de Moscú que ha dejado más de 100 muertos.
Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron personalmente en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin.
Los sospechosos fueron detenidos en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania.
De acuerdo con los servicios de seguridad rusos, los terroristas pretendían cruzar la frontera hacia Ucrania y mantenían “contactos” con representantes de ese país.
“Después del ataque terrorista, los delincuentes pretendían cruzar la frontera ruso-ucraniana y tenían contactos pertinentes en el lado ucraniano”, señaló el FSB en un comunicado.
“La investigación del ataque terrorista continúa”, agregó.
Ucrania aseguró la víspera que “no tiene nada que ver” con el atentado cometido el viernes en las afueras de Moscú, algo que hicieron también los voluntarios rusos que luchan en el bando ucraniano y que protagonizaron recientemente varias incursiones en el territorio ruso.
Actualmente, en los hospitales de Moscú y la región de Moscú se encuentran 107 de los 121 heridos en el atentado, que fue reivindicado anoche por el Estado Islámico.
Según fuentes sanitarias, 44 víctimas del ataque, incluidos dos niños, se encuentran en estado grave.