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Rusia ha anunciado este sábado la expulsión de aproximadamente una veintena de diplomáticos alemanes del país en una medida recíproca tras una decisión previa adoptada por Berlín sobre la presencia diplomática rusa en Alemania.
“Como reacción a los actos hostiles de Berlín, la parte rusa ha decidido tomar una medida simétrica con la expulsión de diplomáticos alemanes de Rusia”, según un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso recogido por la agencia Interfax.
El número concreto de diplomáticos no ha sido confirmado, pero la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha dejado entrever a la cadena Zvezda que ronda aproximadamente la veintena.
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán dijo que tomaba nota de las declaraciones rusas. “El gobierno federal y la parte rusa han mantenido contactos en las últimas semanas sobre cuestiones de personal en sus respectivas representaciones en el extranjero”, declaró a la AFP el ministerio alemán de Asuntos Exteriores.
“El vuelo de hoy forma parte de ese proceso”, añadió, sin mencionar específicamente ninguna expulsión de diplomáticos rusos.
Moscú acusó a Berlín de “seguir destruyendo de forma demostrativa el conjunto de las relaciones ruso-alemanas”. “Como respuesta a las acciones hostiles de Berlín, la parte rusa ha decidido reflejar la decisión y expulsar a los diplomáticos alemanes de Rusia”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Moscú también limitará el número máximo de empleados en las misiones diplomáticas alemanas en el país.
Asimismo, dijo que al embajador de Alemania, Geza Andreas von Geyr, se le notificó de las medidas el 5 de abril.
Alemania había mantenido durante años profundos lazos económicos con Moscú, sobre todo en el sector energético, donde depende del gas ruso.
Sin embargo, las relaciones se agriaron desde que el Presidente ruso Vladimir Putin lanzó una operación militar en Ucrania, y cuando Berlín aumentó su apoyo financiero y militar a Kiev.
Alemania fue criticada por demorar la entrega de armas a Kiev. Así como por su reticencia a permitir el envío de tanques Leopard de fabricación alemana a Ucrania.
En enero accedió finalmente a permitir el envío de armamento y se comprometió a entregar algunos de los más modernos de sus arsenales.
El Kremlin dijo que los tanques occidentales “arderían”.
El servicio de seguridad alemán también elevó el nivel de alerta respecto al espionaje ruso que, según dijo, había alcanzado niveles sin precedentes tras lo que Rusia denomina su operación militar especial en Ucrania.
Rusia tiene en el punto de mira a empresas e infraestructuras estratégicas alemanas, especialmente en los sectores de la energía, el ferrocarril y las carreteras.
A principios del año pasado, Alemania expulsó a 40 diplomáticos rusos que, en su opinión, representaban una amenaza para la seguridad.
En octubre, el jefe de ciberseguridad alemán, Arne Schoenbohm, lo destituyeron tras las acusaciones de que tenía vínculos con los servicios de inteligencia rusos.