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Al ser consultado por un periodista europeo sobre las acusaciones de interferencia rusa y sus supuestos contactos con Trump, Putin desestimó los rumores, calificándolos como «absurdos».
Recordó que investigaciones anteriores en Estados Unidos, incluidas las del Congreso, no encontraron evidencias de injerencia rusa en favor de Trump, enfatizando que «nada de eso ha sucedido ni está sucediendo ahora».
Putin aprovechó la ocasión para expresar su postura sobre el futuro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, señalando que «la construcción de una relación normal y saludable depende primero de Estados Unidos».
Según el mandatario ruso, Rusia está abierta a entablar un diálogo basado en el respeto mutuo, pero aclaró que la voluntad de cooperación dependerá de la administración que resulte electa. «Si quieren una relación normal, estamos preparados para eso; si no, es una decisión de ellos», añadió.
El comentario de Putin llega en un momento delicado, con las elecciones estadounidenses en el horizonte y en medio de tensiones entre Washington y Moscú por diversos conflictos globales. Las palabras del presidente ruso reflejan su deseo de un posible reinicio en las relaciones bilaterales, aunque condiciona este acercamiento a la disposición de la próxima administración estadounidense.