Santo Domingo, (EFE).- El Banco Central dominicano informó este jueves que decidió mantener invariable su tasa de interés de política monetaria en 8,50 % anual, luego de una evaluación "exhaustiva" del comportamiento reciente de la economía, especialmente de la inflación.
Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 9,00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 8,00 % anual.
El organismo emisor afirmó en un comunicado que los precios de las materias primas, particularmente del petróleo, se han moderado durante el segundo semestre del año, al tiempo que se han reducido los costos globales del transporte de contenedores.
A nivel doméstico, la dinámica inflacionaria ha respondido en los meses recientes al programa de restricción monetaria y a las medidas implementadas por el Gobierno a través de subsidios a combustibles, energía y del apoyo a la producción agrícola, destacó el banco.
En ese contexto, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) fue de 0,47 % en noviembre, inferior al promedio mensual de los últimos 12 meses.
De esta forma, la inflación interanual se ha reducido en unos 206 puntos básicos, desde un máximo de 9,64 % en abril a 7,58 % en noviembre.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta como los combustibles, la tarifa eléctrica y algunos alimentos, ha disminuido de 7,29 % en mayo a 6,59 % en noviembre.
"Es importante destacar que la inflación subyacente es de los principales indicadores considerados para la toma de decisiones de los bancos centrales, ya que su comportamiento se asocia en mayor medida a las condiciones monetarias vigentes, que reflejan la efectividad de las políticas económicas adoptadas para contrarrestar las presiones inflacionarias", afirmó la institución.
El Banco Central dijo que al incrementar en 550 puntos su tasa de política monetaria desde noviembre del año pasado, esto ha contribuido a que la tasa de interés interbancaria real, es decir, la diferencia entre la tasa interbancaria nominal y las expectativas de inflación, se encuentre más de cuatro puntos porcentuales por encima de su nivel neutral estimado.
Esta postura monetaria restrictiva está contribuyendo a "mitigar" las presiones de demanda interna, consistente con una inflación subyacente que se encuentra por debajo de la variación general de precios.