La Fundación del Español Urgente (Fundéu) Guzmán Ariza seleccionó "reforma" como la palabra del año 2024 en la República Dominicana, destacando su relevancia en el panorama político y social del país.
Aunque no es un término nuevo, "reforma", definido como "acción y efecto de reformar", ha cobrado protagonismo este año debido a múltiples iniciativas legislativas enfocadas en modificar aspectos clave del sistema nacional.
Entre ellas destacan las propuestas relacionadas con la Constitución, el Código Tributario, el Código de Trabajo, la Policía Nacional y la Administración Pública.
Desde 2001, el significado de "reforma" se amplió para incluir "lo que se propone o ejecuta como innovación o mejora", reflejando el impacto de los debates actuales en la sociedad dominicana.
Fundéu Guzmán Ariza destacó el protagonismo de la palabra "reforma" en los debates públicos y legislativos, aunque lamentó que, a pesar de sus sugerencias, no se haya logrado una redacción más precisa y correcta en la Constitución modificada.
El organismo instó a los poderes del Estado a aprovechar la reforma para mejorar la claridad y la calidad lingüística del texto constitucional, pero estas recomendaciones no fueron atendidas, y el documento presenta errores ortográficos y gramaticales.
En cuanto al uso correcto, Fundéu Guzmán Ariza advirtió que expresiones como reforma constitucional, reforma fiscal o reforma laboral no deben escribirse con mayúscula inicial, ya que se trata de denominaciones comunes y no de nombres propios. Además, puntualizó que el término contrarreforma debe escribirse en una sola palabra y con dos "r".
Junto a "reforma", otras palabras como casabe y samanense destacaron en las votaciones. Casabe, que hace referencia al alimento ancestral taíno recientemente declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, ocupó el segundo lugar.
Por su parte, samanense, el gentilicio de la provincia de Samaná, donde un importante hallazgo arqueológico ha replanteado la historia prehispánica del Caribe, alcanzó el tercer puesto.
El proceso de elección de la palabra del año 2024 incluyó una primera selección de seis palabras, y gracias a la participación del público, se sumaron términos como justicia, crecimiento y electrolinera a la lista de propuestas.
Desde su creación en 2015, el programa de Fundéu Guzmán Ariza ha buscado resaltar aquellos términos que, por su relevancia lingüística y mediática, marcan el pulso del año en la República Dominicana.
Dana ha sido elegida palabra del año 2024 por la FundéuRAE, un término que las graves inundaciones de finales de octubre en el este y el sur de la península han hecho que se haya disparado su uso en los medios de comunicación durante el último trimestre.
Según ha explicado este jueves en un comunicado la FundéuRAE, fundación promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, dana se ha impuesto a otras once palabras, entre las que figuraban gordofobia, narcolancha y woke.
La elección de Dana, según la FundéuRAE, se debe también a su interés lingüístico y la dudas que aún genera en su escritura en los hablantes.
La FundéuRAE subraya que «lo ocurrido en España se suma a otras fuertes catástrofes climáticas que han tenido lugar este año, como las inundaciones en Perú, Europa central, Estados Unidos o Brasil».
Dana (con minúsculas), la lexicalización de DANA, sigla de depresión aislada en niveles altos, ha sido incorporada al Diccionario de la Lengua Española en su última actualización, que se hizo pública el pasado 10 de diciembre.
Si se usa como sigla, se escribirá enteramente con mayúsculas, pero ya se emplea como sustantivo común lexicalizado escrito en minúsculas: la dana.
Si se opta por su escritura como sigla, es decir, con mayúscula en todas las letras, el plural es las DANA, no las DANAs ni las DANAS, y no resulta apropiada la grafía Dana, solo con mayúscula inicial, salvo que sea la primera palabra de un enunciado.
Se trata de una voz que, según se puede observar en los corpus académicos, se emplea principalmente en España. Desde el ámbito técnico en el que nació este vocablo, dio el salto a los medios de comunicación y, finalmente, aterrizó en la lengua general y en el diccionario académico.
Dana ya fue candidata a palabra del año de la FundéuRAE en 2019, pero no llegó a alzarse como ganadora entonces, pero la intensidad y la frecuencia con la que se repite este fenómeno meteorológico, la misma con la que se recoge en los medios de comunicación, ha vuelto a poner su nombre en las portadas.
Cada año, la Fundación escoge la palabra del año tras seleccionar doce términos en función de su presencia en los medios de comunicación, así como en el debate social en el mundo hispanohablante.
Y valora también que estas voces tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: Una formación curiosa, un significado o una escritura que genera dudas entre los hablantes.