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El comunicado detalla que los 20 dominicanos fueron repatriados entre el domingo y el martes, después ser interceptados cerca de Rincón, municipio de la costa oeste de Puerto Rico.
La localización de los inmigrantes, según el comunicado, fue posible gracias a la colaboración de varias agencias que apoyan la Operación Guardia del Caribe y el Grupo Interinstitucional de la Frontera del Caribe (CBIG, en inglés).
El teniente Andrew Russo, oficial al mando del guardacostas Heriberto Hernández, destacó el riesgo que corrieron los inmigrantes dominicanos, ya que como dijo viajaban en una embarcación no apta para navegar.
La localización de los náufragos fue posible después de que los vigilantes de la Guardia Costera en el Sector de San Juan recibieran una comunicación el sábado por la noche de un agente del Sector de la Patrulla Fronteriza de sector Ramey, en Puerto Rico, quien informó de que una unidad marina de las Fuerzas Conjuntas de Acción Rápida de la Policía de Puerto Rico había localizado a cinco millas náuticas al suroeste de Rincón un bote sospechoso.
La Guardia Costera desvió al guardacostas Heriberto Hernández al lugar, donde fue localizada una embarcación de 20 pies (6 metros) de eslora que transportaba a 16 hombres adultos y dos mujeres, así como a dos menores no acompañados, quienes afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana.
La Guardia Costera proporcionó atención médica básica a los ciudadanos dominicanos.
Dieciocho inmigrantes fueron entregados a la Armada de la República Dominicana el domingo, mientras que los dos restantes fueron repatriados a Santo Domingo este martes.
Las mafias que se dedican al tráfico de personas utilizan habitualmente la ruta del Canal de la Mona, que separa la Isla de la Española de Puerto Rico, para tratar de introducir de forma ilegal a ciudadanos de la República Dominicana y Haití en territorio del Estado Libre Asociado.
EFE