La organización de rescatistas sirios, conocida como los Cascos Blancos, anunció el descubrimiento de cuerpos y restos óseos en un almacén ubicado en las afueras de Damasco, cerca del mausoleo de Sayyeda Zeinab, un sitio sagrado para los chiitas.
El almacén, que también contenía cajas de medicamentos esparcidas por el suelo, fue inspeccionado por periodistas de AFP que confirmaron las condiciones del lugar.
Los rescatistas trasladaron los cuerpos en bolsas negras hacia un camión para su manejo adecuado.
Este hallazgo es parte de una serie de revelaciones que han salido a la luz tras la caída del expresidente Bashar al Asad.
La zona, controlada anteriormente por grupos proiraníes como Hezbolá, quedó abandonada después de que una coalición armada liderada por islamistas tomara el control del país.
“Recibimos informes de olores fétidos provenientes de este lugar. En el almacén encontramos un refrigerador con cuerpos en descomposición”, declaró Ammar al Salmo, un responsable de los Cascos Blancos.
También se encontraron restos óseos esparcidos en el suelo, y Al Salmo estimó el número de “víctimas” en “no más de una veintena”.
“En las bolsas que contenían los cuerpos estaba escrito ‘Alepo Hraytan’, junto con un número”, señaló Al Salmo, haciendo referencia a una gran ciudad en el norte de Siria y a una localidad cercana.
No se encontraron más indicios sobre la identidad de las personas fallecidas.
AFP no pudo confirmar de inmediato las declaraciones de Al Salmo.
“Intentaremos determinar la edad de las víctimas y realizar pruebas de ADN en estos cuerpos para tratar de localizar a sus familias”, agregó el jefe de los rescatistas.