La astro del fútbol Ronaldinho, tuvo una excelente participación, en el Clásico de Leyendas entre el Barcelona y el Real Madrid que se disputó en el Khalifa International Stadium de Doha y contó también con estrellas históricas del soccer como Luis Figo, Rivaldo, Clarence Seedorf, David Villa que se dieron cita para incentivar la nostalgia de los fanáticos.
Dinho, de 44 años, se robó la atención inmediatamente con su calidad intacta, El fantástico campeón del mundo con Brasil anotó un golazo de tiro libre para el 2-0 parcial en el que se paró delante de la pelota sin carrera en el borde del área, la acarició y la depositó, casi con cariño, junto al palo de la valla que defendió Paco Buyo.
Igualaron 2-2 al cabo de los 90 minutos y, en la definición por penales, el conjunto blaugrana se terminó imponiendo por 4-2, aunque el resultado fue apenas una anécdota en un encuentro que sirvió como excusa para volver a ver en acción a grandísimas figuras del deporte.
Ante el asombro de compañeros y rivales por su sutileza, en el festejo sólo atinó a abrir los brazos, como indicándole al mundo que no hizo nada extraño; un gesto de los que solía ofrecer cuando estaba en actividad. El organizador de juego surgido de Gremio y con pasos por PSG, Milan, Flamengo, Atlético Mineiro, Querétaro y Fluminense mostró varios destellos de su mejor versión. Se asoció permanentemente con su compatriota Rivaldo y, en otra perla de su talento, le obsequió un exquisito pase a Roger García para dejarlo mano a mano con el portero, pero su compañero no lo cambió por gol.
Barcelona comenzó ganando el partido 2-0. Antes del grito de máxima calidad del brasileño, el argentino Juan Pablo Sorin había abierto el marcador con una proyección en la que terminó resolviendo con el arco a su merced. El elenco culé tuvo más oportunidades para ampliar, pero se quedó, y el Merengue reaccionó.
Luis Figo (quien pudo haber defendido ambas casacas, porque jugó en ambos clubes y pasó a la Casa Blanca en una transferencia que generó escándalo en julio del 2000) pateó cruzado tras una asistencia de Edwin Congo y le inyectó suspenso al resultado. Y el propio delantero nacido en Colombia firmó la parda. Patrick Kluivert tuvo su chance de evitar la igualdad, pero Contreras le contuvo el penal y el duelo se resolvió en la tanda desde los 12 pasos. Y la sonrisa más grande fue del Barcelona. Por el triunfo y porque contó con un Ronaldinho inspirado que probó, una vez más, por qué es uno de los mejores futbolistas de la historia.