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Exigen que se respeten los estándares internacionales que rigen este tipo de procesos y se les pague un precio justo por sus terrenos y bienes
El sacerdote Johnny Francisco Durán, quien resultó herido durante un conflicto reciente en Cotuí, denunció que Barrick Gold, en lugar de llegar a un acuerdo con las comunidades, ha intentado imponer su voluntad a la fuerza, incluso desplegando un contingente policial para ingresar sin consenso previo.
Según Durán, la empresa ha descalificado los acuerdos alcanzados y busca avanzar con sus operaciones sin considerar las demandas justas de los residentes.
El sacerdote aseguró que las comunidades afectadas por las operaciones de Barrick Gold exigen un precio justo por las tierras que deben ser reubicadas.
Según Durán, las negociaciones siguen en pie, pero las familias reclaman que la compensación ofrecida no refleja los estándares internacionales.
El padre Yony Durán, en una llamada telefónica al programa El Sol de la Mañana, relató los eventos que llevaron a los enfrentamientos ocurridos recientemente en las comunidades de Zambrana, en Cotuí, como parte del conflicto con la empresa minera Barrick Gold.
El sacerdote explicó que las comunidades afectadas, que están en proceso de reubicación debido a la expansión de las operaciones de la empresa, exigen que se respeten los estándares internacionales que rigen este tipo de procesos y se les pague un precio justo por sus terrenos y bienes. “Las comunidades han identificado que, en estas condiciones, no pueden negociar. Además, hay muchas familias que ni siquiera están incluidas en el proceso de compensación”, señaló.
Ante estas demandas, las comunidades y la Barrick Gold habían llegado previamente a un acuerdo que estipulaba que la empresa no ingresaría a las comunidades hasta que se resolvieran las principales cuestiones. Sin embargo, el padre Durán denunció que, en los últimos meses, la empresa ha intentado descalificar este acuerdo.
El inicio del conflicto
Según el testimonio del sacerdote, la tensión se intensificó cuando las comunidades recibieron una alerta de que la Barrick intentaría ingresar con la fuerza durante la madrugada. En respuesta, los comunitarios bloquearon la carretera para impedir el acceso. Barrick Gold, a su vez, llegó al lugar con un contingente de policías y un despliegue militar.
El padre Durán, como representante de la Iglesia y mediador en el conflicto, asistió a una reunión con Juana Barceló, presidenta de la Barrick, a la 1:00 de la tarde de ese día. Durante el encuentro, pidieron que se retirara el contingente militar y se respetara el acuerdo previo. Sin embargo, según el sacerdote, Barceló dejó claro que los equipos de la empresa ingresarían “sí o sí”.
“La ventanita que [Juana Barceló] dejó abierta era hipocresía. No había intención de dialogar. En lugar de buscar soluciones, reforzaron el contingente militar en respuesta a las demandas de las comunidades”, lamentó.
Cuestionado acerca de los precios en disputa explicó que una mata de cacao, por ejemplo, estaba cotizada por Barrick en mil 250 pesos y, por el Gobierno, en mil 700, pero en la matriz elaborada por la empresa de la comunidad estaba valorada en 5,000 pesos. "Estamos hablando de una diferencia de casi 4,000 pesos”, explicó Durán, ilustrando la disparidad en las compensaciones ofrecidas.
Violencia y represión
Durante el enfrentamiento, el sacerdote resultó herido en el rostro mientras intentaba mediar entre la policía y los comunitarios para detener las agresiones.
El padre Durán insistió en que es imperativo respetar los derechos de las comunidades y llamó a las autoridades y a la empresa a entablar un diálogo sincero y justo, sin imposiciones ni represiones, para resolver el conflicto.
"Ante la mediación a iglesia tiene que irse con los mas débiles, que es lo que estamos haciendo", enfatizó.