Una bebé que nació bajo los escombros de la casa de su familia destruida por el terremoto de hace dos semanas en Siria ha sido dada de alta del hospital y trasladada a su nuevo hogar, donde estuvo el lunes con la familia de su tía paterna.
La niña había estado hospitalizada desde horas después del sismo del 6 de febrero. Fue dada de alta el sábado, y su tía y su tío la adoptaron y le dieron un nuevo nombre, Afraa, en honor a su difunta madre.
La madre de Afraa murió en el terremoto junto con su padre y cuatro hermanos. Un día después que la bebé llegó al hospital, los funcionarios la llamaron Aya, que en árabe significa “señal de Dios”.
La historia de Afraa se ha compartido ampliamente en reportes de noticias, y personas de todo el mundo se han ofrecido a ayudarla. Algunos incluso han manifestado su intención de adoptarla. Sin embargo, los familiares que la acogieron dijeron que, por muy duras que sean las circunstancias, el mejor lugar para la pequeña es con su familia.
El lunes, Afraa cuidada por su tío, Khalil al-Sawadi, ahora vive con familiares en la ciudad de Jindires, en el norte de Siria, porque su casa también quedó destruida por el sismo. Al-Sawadi y su esposa tienen cuatro hijas y dos hijos, y ahora Afraa vivirá con sus primos.
“Ahora es una de mis hijas. No haré diferencias entre ella y mis hijos”, comentó Al-Sawadi, quien también es primo de los padres de la recién nacida, a The Associated Press el lunes mientras estaba sentado con las piernas cruzadas sosteniendo a Afraa y rodeado de sus seis hijos. “Será más querida que mis hijos porque mantendrá vivo el recuerdo de su padre, su madre y sus hermanos”.
Añadió que días después de que Afraa nació, su esposa dio a luz a una beba de nombre Attaa.
Durante su estancia en el hospital de la localidad aledaña de Afrin, la esposa del director estuvo amamantando a Afraa.
Funcionarios judiciales de Afrin habían tomado el caso de Afraa luego de que la pequeña llamó la atención a nivel internacional y algunas personas llegaron al hospital afirmando ser familiares de ella pese a que tenían apellidos distintos a los de Afraa y su madre.
Durante días, al-Sawadi temió que alguien pudiera secuestrarla y la visitó a menudo en el hospital.
Un funcionario del hospital dijo que Afraa se entregó a la familia de su tía días después que se realizara una prueba de ADN para asegurarse de que la niña y su tía tenían una relación biológica.
“Fue triste y algunas enfermeras lloraron” cuando se la llevaron del hospital, dijo el doctor Hani Maarouf, quien cuidó a Afraa desde que llegó al hospital. Añadió que la beba tenía enbuen estado de salud cuando se dio de alta.
Los rescatistas de Jinderis encontraron a la beba de cabello oscuro más de 10 horas después del terremoto, cuando excavaban entre los escombros del edificio de cinco pisos donde vivían sus padres.
“La criaré de forma que no se sienta necesitada de nada”, dijo al-Sawadi, que compra y vende coches. Rodeado de sus hijos, al-Sawadi les preguntó si debía entregar a Afraa a quienes se ofrecían a adoptarla. Respondieron al unísono: “No”.