Santo Domingo. – La Navidad en República Dominicana se caracteriza por recrear actividades que contribuyen al pleno disfrute de los dominicanos, y una de las tradiciones que ha dejado historia en el país es el uso de artefactos como lo son los “Tirapó”, “Cebollita”, “Bazuca”, “Buscapiés” entre otros, que ya no se usan durante estas celebraciones.
Por tal razón quisimos recordar el uso de estas pirotecnias que muchos disfrutaron en su infancia. Sin embargo, al día de hoy ya no se ponen en práctica durante Navidad.
Un artefacto muy famoso es el “Tirapó” se crea con una pieza que llevan dentro las llave de aguas que están en los hogares. A la cual se le agrega pólvora y un clavo para cuando sea agitado explote, causando un gran sonido parecido a un tiro de pistola.
También existe otra forma de hacerlo y es con papel de cuaderno o de un material que sea resistente para hacerlo.
Otro es, la “Cebollita” una pequeña bolsa de papel que tiene dentro pólvora y piedras pequeñas, que al ser arrojadas al suelo a la pared con gran velocidad produce una explocion mínima.
Aunque puede quemar sería muy leve. También se puede usar funda en vez de papel para hacerla.
El “Buscapiés” es un cohete sin varilla que al ser encendido por su mecha comienza a correr alocadamente y sin control por el piso. A fin de caer y correrse muy cerca de los pies de quienes estén en el lugar, por eso se le llama “Buscapiés”.
Se utiliza mucho para hacer bromas y prenderlo en los pies a los demás para que salgan corriendo.
La “Bazuca”, otro artefacto muy utilizado. Se compone de varias latas metálicas unidas de las que utilizan para vender las salsas de cocina.
A estas latas se le inserta dentro carburo, agua y fósforos, y al ser agitada provoca un fuerte estallido.
Por otro lado el “Tumba gobierno”, estos logran explotar a un nivel triple que el Tirapó. Mayormente lo ponían dentro de una cubeta para que el efecto sea mayor.
Aunque existen más, estos son los más recordados por aquellos que fueron parte de esta práctica por muchos años y a quienes sus padres le llamaban la atención por el uso de ellos.
Tal es el caso, del joven residente en Santo domingo Este, Saul Castillo, nos contó que cuando era niño jugaba con estos artefactos. Hasta que en una Navidad mientras estaba reunido con otros compañeros encendió un “Tirapó” que de manera accidental terminó en uno de sus oídos, pero sus amigos lograron sacarlo antes de que explotara.
En las navidades era frecuente ver a niños encender un brillo y empezar a darle vueltas para expulsar chispas de fuego, logrando hacer figuras con el fuego que provocaba el movimiento. Esto aunque era muy divertido, era peligroso.
No obstante, el uso de estos artefactos disminuyó luego de que el Programa de Control y Regulación de Fuegos Artificiales (Cofa) prohibiera su uso y por consiguiente la venta.
En diciembre del 2008, la secretaría de Interior y Policía y Cofa destruyeron más de cinco mil unidades de fuegos artificiales, incautadas a comerciantes de la capital y pueblos, que los comercializaban de manera ilegal.
En definitiva, usar estos artefactos sin permiso está prohibido.