Isaías dejó derrumbes, árboles caídos y otros destrozos a su paso por los estados de la ribera oriental del país norteño.
Al menos cuatro personas perdieron la vida por los efectos de la tormenta tropical Isaías en la costa este de Estados Unidos, que incluyeron fuertes vientos y lluvias. El fenómeno dejó además unos tres millones de habitantes sin electricidad.
Dos de los fallecimientos reportados este miércoles tuvieron lugar en Carolina del Norte, al colapsar una casa rodante. Otras dos personas murieron por caídas de árboles sobre sus vehículos, una en Nueva York y la otra en Maryland.
La tormenta mantuvo vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora (km/h) y una velocidad de traslación de 65 km/h, con rumbo norte-noreste. A su paso, tapizó calles de escombros, provocó el cierre de carreteras y obligó a cancelar decenas de vuelos.
Las autoridades de Nueva York instalaron diques de protección en el bajo Manhattan en previsión de un aumento en los niveles del agua. Algunos servicios de transporte público fueron suspendidos en esa ciudad, incluido el ferry a Staten Island.
En Nueva Jersey, donde el gobernador Phil Murphy declaró el estado de emergencia antes de la llegada de Isaías, imágenes de video mostraron cómo los vientos arrancaban un techo mientras se instaba a los residentes a permanecer en sus hogares debido a una amenaza de tornados.
Cerca de tres millones de personas estaban sin electricidad en varias zonas, según las compañías proveedoras, con cortes que afectaban por ejemplo a Nueva Jersey y Nueva York. Las compañías eléctricas recomendaron apagar el suministro a los hogares inundados para evitar accidentes.
Por su parte, Carolina del Norte sufrió árboles caídos e inundaciones, especialmente en el sureste; así como alrededor de 355.000 usuarios quedaron sin electricidad, al decir del gobernador del Estado, Roy Cooper.
La tormenta tropical Isaías unió sus efectos a los de la pandemia de la Covid-19, incrementando las afectaciones de la población estadounidense, como antes lo hizo con varios estados del Caribe.
Particularmente en Estados Unidos, fue necesario crear refugios adicionales para los evacuados, a fin de garantizar tanto las medidas de protección contra el fenómeno climatológico, como aquellas relativas al control del nuevo coronavirus.