Tras la victoria de Donald Trump, se espera que Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, encabece el nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE), una entidad que Trump impulsará para reducir en 2 billones de dólares el gasto federal, actualmente en 7 billones de dólares.
Musk, quien mostró su respaldo al presidente electo tras un atentado fallido contra Trump en Pennsylvania, afirmó que aplicará una administración “dura” para cumplir con los objetivos de austeridad del DOGE. Sin embargo, no se han detallado aún los mecanismos específicos para alcanzar estas reducciones.
En su discurso de victoria en Palm Beach, Trump elogió los logros recientes de SpaceX y reafirmó su confianza en Musk, destacándose como el líder indicado para optimizar el gasto público.
Esta estrecha relación, opinan algunos legisladores demócratas, podría presentar un conflicto de intereses, considerando los miles de millones en contratos gubernamentales asignados a SpaceX y Tesla.
Musk, quien antes mantenía una imagen de empresario al margen de la política, planea que la transición para los empleados afectados por los despidos sea “justa y humana”. En referencia a su proyecto, Musk ha bautizado al nuevo organismo como “DOGE” —nombre inspirado en el meme popularizado por la criptomoneda dogecoin, en la que ha estado involucrado.
Para Musk, su misión de optimizar la eficiencia gubernamental se alinea con la visión de Trump, quien promete reducir los impuestos a las corporaciones y personas con altos ingresos, lo que supondría beneficios directos para las empresas de Musk.