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El expresidente Donald Trump planea prohibir las hipotecas para inmigrantes indocumentados, según dijo en un discurso en el Club Económico de Nueva York el jueves.
Trump afirmó que la medida ayudaría a abordar la asequibilidad de la vivienda porque una “avalancha” de personas que entran ilegalmente en el país está haciendo subir los costos de la vivienda, pero los inmigrantes indocumentados solo representan una pequeña parte del mercado hipotecario.
En 2023 solo se concedieron entre 5.000 y 6.000 hipotecas a titulares de Números de Identificación Fiscal Individual (ITIN, por sus siglas en inglés), según un informe reciente del Urban Institute. Quienes no están legalmente autorizados a trabajar en EE.UU. obtienen los ITINs para declarar impuestos, ya que no son elegibles para números de la Seguridad Social. La mayoría de los ITINs se expiden a personas procedentes de países latinoamericanos.
A menudo, es muy difícil para los inmigrantes indocumentados obtener préstamos hipotecarios, a pesar de que la Ley Patriot de 2021 permitió a los bancos aceptar los ITINs como forma de identificación.
“Un pequeño, pero creciente conjunto de prestamistas ofrece productos hipotecarios a los titulares de ITIN, a menudo a tasas de interés más altas y con requisitos de préstamo más estrictos, a pesar de la evidencia anecdótica de que este tipo de préstamos no representa un riesgo adicional para el sistema de financiación de la vivienda”, señala el informe del Urban Institute.
El expresidente dijo que haría que la vivienda fuera más asequible eliminando las normativas que aumentan los costes y abriendo algunos terrenos federales disponibles para la construcción de viviendas a gran escala en zonas de baja presión fiscal y escasa regulación.
También dijo que la caída de las tasas de interés hará que las tasas hipotecarias bajen al 3% o incluso menos, lo que hará que la financiación sea menos costosa para los compradores de vivienda.
Las opiniones más amplias de Trump sobre los inmigrantes indocumentados, y su insistencia en que deportaría a millones de ellos, también podrían obstaculizar el impulso para bajar los precios de la vivienda. La industria de la construcción residencial, que sufre una escasez de mano de obra, lleva tiempo presionando para que se aumente el número de inmigrantes que pueden trabajar legalmente en Estados Unidos para reforzar su mano de obra y poder construir más viviendas. La falta de oferta de viviendas es uno de los principales factores que hace subir los precios, sobre todo porque la demanda ha crecido en los últimos años.