En la mañana del 5 de noviembre de 2024, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, aprovecharon sus cuentas de X (anteriormente Twitter) para dirigirse a sus seguidores en la fase final de la campaña electoral.
Kamala Harris
Desde su cuenta oficial, Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata del Partido Demócrata, destacó la importancia del voto como un derecho esencial y una responsabilidad cívica. Compartió un mensaje contundente: «Cada voto cuenta. Nuestro futuro está en nuestras manos. Asegúrate de hacer oír tu voz este 5 de noviembre. #Vota2024». Con esta declaración, Harris invita a los ciudadanos a participar activamente en la democracia estadounidense.
En sus discursos más recientes, ha enfatizado la necesidad de una administración que represente a todos los estadounidenses y aborde cuestiones críticas como la justicia social y el cambio climático. Su objetivo es atraer a votantes jóvenes, a las minorías y a aquellos que sienten que el sistema requiere cambios profundos.
Donald Trump
Por su parte, Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca como candidato del Partido Republicano, publicó en X: «¡Hoy es el día para recuperar la grandeza de Estados Unidos! Sal y vota para asegurar un futuro próspero y seguro para todos. #MakeAmericaGreatAgain». Este eslogan, que ya había utilizado en su campaña de 2016, sigue siendo un pilar fundamental de su mensaje, el cual se centra en la seguridad nacional, el crecimiento económico y los valores tradicionales.
Trump se dirige especialmente a los estadounidenses que anhelan cambios en la política actual, prometiendo retomar su agenda de “América Primero”.
Movilización digital en un día crucial
Ambos candidatos, conscientes del poder de las redes sociales, han intensificado sus mensajes para motivar a sus bases a ejercer su derecho al voto. En una contienda tan reñida, el uso estratégico de estas plataformas refleja un esfuerzo por captar la atención de los votantes indecisos y reforzar el compromiso de sus seguidores. Con un electorado dividido y temas críticos en juego, la movilización digital se ha convertido en una herramienta esencial en esta jornada decisiva para el futuro de Estados Unidos.