Ucrania le pedirá a Estados Unidos que le transfiera armamento capaz de derribar misiles intercontinentales, según declararon a la agencia pública ucraniana, Ukrinform, fuentes del Ejército del país.
“No tenemos medios capaces de derribar misiles intercontinentales, pero sí los tienen los estadounidenses. Ucrania apelará a EEUU para la transferencia de este armamento”, dijeron las fuentes citadas por Ukrinform.
El armamento en cuestión serían sistemas de defensa antiaérea Patriot modernizados o sistemas de misiles Aegis, según precisaron las fuentes.
La Fuerza Aérea ucraniana informó el jueves de un ataque ruso con un misil intercontinental contra territorio ucraniano, pero luego fue identificado como un Oreshnik, que es de alcance medio.
El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó horas después que el armamento utilizado en ese ataque fue un misil balístico hipersónico de nueva creación que lleva el nombre de Oreshnik.
El uso de este misil contra Ucrania ha sido interpretado en Kiev y entre la comunidad internacional como una nueva escalada de la guerra por parte de Putin, que advirtió que su lanzamiento es una respuesta al uso contra su territorio por parte de Ucrania de misiles ATACMS y Storm Shadow de EEUU y Reino Unido.
Michael Bohnert, ingeniero y analista de la RAND Corporation, explicó que este tipo de misiles tienen capacidades tanto nucleares como convencionales. “Lo que podemos decir con certeza es que tiene lo que se llaman múltiples vehículos de reentrada, donde un misil libera varias ojivas más pequeñas que impactan muy cerca unas de otras en el suelo”, dijo a la agencia Reuters.
El uso de este tipo de misiles en un objetivo relativamente cercano parece tener implicaciones más allá del campo de batalla. Según Bohnert, “usar un misil de este alcance contra un objetivo cercano es un mensaje de Rusia hacia Occidente”.
El ataque se produjo días después de que Ucrania utilizara misiles suministrados por Estados Unidos y el Reino Unido para golpear objetivos en territorio ruso, una acción que Moscú ha calificado como una “escalada importante”.
Aunque inicialmente se especuló que el misil utilizado era un ICBM clásico con un alcance superior a los 5.500 kilómetros, fuentes rusas sugirieron posteriormente que se trataba de un misil de alcance medio, con un rango de entre 1.000 y 2.000 kilómetros.
Sin embargo, para Bohnert, “independientemente del misil exacto, las ojivas que se entregan son prácticamente las mismas; la diferencia radica en el propulsor que las lanza”.
El ataque también podría estar relacionado con los debates en Occidente sobre el suministro de más armas avanzadas a Ucrania. Bohnert señaló que este tipo de acciones buscan influir en las decisiones de países aliados. “Rusia intenta impedir que se entreguen misiles de largo alcance a Ucrania, ya que esto podría fortalecer la posición de Kiev en futuras negociaciones”, explicó.
Fuente: Infobae