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Una mujer se salvó de una agresión sexual al fingir una llamada para pedir pizza, cuando en realidad contactó al 911

De acuerdo con NBC News Florida, el incidente ocurrió en un campo en el condado de Volusia, donde la mujer fue llevada por Hernández-Moncayo.

Lenissa Flores
Lenissa Flores
31 octubre, 2024 - 9:12 AM
6 minutos de lectura
Una mujer en Florida logró salvarse de un intento de agresión sexual al llamar al 911 y fingir que estaba ordenando una pizza, lo que permitió a las autoridades localizarla y detener a su atacante.
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Una mujer en Florida logró salvarse de un intento de agresión sexual al llamar al 911 y fingir que estaba ordenando una pizza, lo que permitió a las autoridades localizarla y detener a su atacante. Luis Diego Hernández-Moncayo, de 27 años, fue arrestado y enfrenta cargos de intento de agresión sexual, estrangulamiento y secuestro, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Volusia.

De acuerdo con NBC News Florida, el incidente ocurrió en un campo en el condado de Volusia, donde la mujer fue llevada por Hernández-Moncayo. Durante la llamada al 911, la víctima mantuvo la calma e hizo creer al operador que estaba solicitando comida.

“Este fin de semana, nuestro centro 911 recibió una llamada de una mujer que pedía una pizza cerca de las 4 de la madrugada. Gracias a la coordinación entre el Centro de Comunicaciones 911 de la Oficina del Sheriff de Volusia y los agentes de patrulla, pudimos localizar a esta víctima en un campo de Pierson”, se lee en una publicación de Facebook de la oficina del Sheriff de Volusia.

“Me gustaría pedir una pizza. Estoy atrapada aquí”, se escucha en el audio compartido por las autoridades. La operadora, inicialmente confundida, le preguntó si era consciente de que estaba llamando al 911. “Sí, estoy segura de que llamé a ese número”, respondió la mujer, utilizando el pretexto del pedido de pizza para mantener la conversación y dar pistas sobre su situación.

La operadora, al darse cuenta de que algo no estaba bien, continuó haciendo preguntas clave para obtener más información sobre la ubicación de la mujer y su situación. Aunque la víctima no pudo proporcionar una dirección exacta, logró comunicar que estaba siendo retenida por un hombre, que no estaba armado, pero que la había lastimado. “No me llevará de vuelta a casa”, dijo, insinuando que estaba en peligro.

Gracias a su astucia y al trabajo rápido de los despachadores del 911, los oficiales pudieron rastrear la ubicación aproximada de la mujer en Pierson, un pequeño pueblo en Florida. El sheriff Michael J. Chitwood explicó que los agentes se dirigieron a un área donde escucharon música alta proveniente de un campo. Cuando se acercaron al lugar, encontraron a Hernández-Moncayo sobre la mujer, quien gritaba pidiendo ayuda.

El momento del rescate quedó registrado en las cámaras corporales de los agentes. En las imágenes, se puede ver a la mujer gritando desesperadamente: “¿Pueden ayudarme? ¡Ayúdenme!”, antes de romper en llanto. “Gracias a Dios, gracias, Dios”, repetía una y otra vez mientras los oficiales intervenían y la ponían a salvo.

La víctima contó a las autoridades que conocía a Hernández-Moncayo y que ambos habían ido al campo con la intención de beber juntos, pero que la situación se salió de control cuando él supuestamente consumió drogas. Según su relato, citado por People, Hernández-Moncayo se volvió violento y se negó a dejarla ir, lo que la llevó a idear el plan de fingir una llamada para pedir pizza, una estrategia que se ha recomendado en campañas de concientización sobre violencia doméstica y agresión sexual.

El sheriff Chitwood elogió tanto la rapidez de respuesta de sus oficiales como la ingeniosa táctica de la víctima. “No puedo expresar lo suficiente lo importante que fue el trabajo realizado en este caso y la inteligencia de la víctima al encontrar una manera de pedir ayuda”, afirmó Chitwood en la publicación de Facebook.

Tras el arresto, Hernández-Moncayo fue acusado de intento de agresión sexual, estrangulamiento y secuestro. Además, las autoridades señalaron que el acusado es un inmigrante indocumentado y que ya había solicitado asilo en los Estados Unidos el día antes del incidente. Como resultado, enfrenta una retención de inmigración, lo que significa que podría ser entregado a las autoridades de inmigración para su deportación una vez que termine su proceso penal.

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