Ankara. – Unas 25,000 embarazadas turcas que viven en la zona afectada por los terremotos que han devastado el sureste de dicho país darán a luz en el plazo de un mes.
Esto eleva aún más la presión sanitaria en la región, según informa hoy el diario Birgün.
Este medio cita un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) que señala que hay unas 226,000 embarazadas en las once provincias afectadas por los seísmos, que han causado ya al menos 41,000 muertos y más de 105,000 heridos.
Ese informe señala que casi 16 millones de personas se han visto afectadas por los sismos, incluidos 1.7 millones de refugiados.
Birgün también publica que, según expertos, el análisis de las señales de los teléfonos móviles parecen indicar que unos 5 millones de personas han abandonado la zona afectada por los terremotos, que tiene una superficie de 100,000 kilómetros cuadrados.
Tras los terremotos de magnitud 7.7 y 7.6 que asolaron la región el pasado día 6, ayer por la noche dos nuevos temblores de 6.4 y 5.8 causaron el pánico entre la población y provocaron nuevos derrumbes de edificios en la provincia de Hatay, causando, según los medios, seis muertos.
El Gobierno, que hasta el momento ha reconocido sólo tres fallecidos, ha informado de que casi 300 personas resultaron heridas en estos nuevos sismos, 18 de ellas de gravedad.
Al menos seis personas han muerto en dos nuevos terremotos de magnitud 6,4 y 5,8 registrados anoche en la provincia turca de Hatay, según informan este martes varios medios locales.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha indicado que otras 294 personas han resultado heridas, 18 de ellas en estado crítico.
El principal temblor se produjo sobre las 17.04 GMT en el distrito de Defne, al sur de la ciudad de Antioquía, en la provincia de Hatay, una de las once que hace dos semanas quedaron devastadas por dos seísmos que han causado la muerte de al menos 41.000 personas y heridas a más de 105.000.
Los trabajos de búsqueda de supervivientes de estos dos nuevos sismos continúan hoy en Defne y en Samadang, donde tuvo su epicentro el segundo temblor, tres minutos después del primero, con una magnitud de 5,8.
Además preocupa la estabilidad de varios embalses de agua en la región, que ya habían sufrido daños estructurales en los temblores del pasado día 6, aunque desde el Gobierno se ha asegurado que, de momento, no hay riesgo de colapso.
Fuente: EFE